Las cifras de ACNUR engloban a personas en situaciones muy distintas e incluyen refugiados internacionales, demandantes de asilo y desplazados dentro de sus propios países.
Redacción IMER Noticias
2020 fue el noveno año consecutivo de aumento de refugiados y desplazados en el mundo, incremento que ha hecho que, actualmente, haya más del doble de personas desplazadas de manera forzosa que hace una década, cuando la cifra estaba por debajo de los 40 millones.
“Detrás de cada número hay una persona forzada a dejar su hogar y una historia de desplazamiento, desarraigo y sufrimiento. Merecen nuestra atención y apoyo, no solo mediante la ayuda humanitaria, sino también con la búsqueda de soluciones a su difícil situación”, declaró Filippo Grandi, jefe de ACNUR, a través de un comunicado.
Según el informe anual de la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), publicado en vísperas del Día Mundial de los Refugiados, los sirios siguen siendo el mayor contingente entre quienes se han visto obligados a huir de su país, con unos 6.8 millones como consecuencia de la guerra, seguidos de los palestinos, con 5.7 millones, y los venezolanos constituyen el tercer mayor grupo, con unos 4.9 millones de personas.
El grueso de todo el conjunto de desplazados tiene entre 18 y 58 años y está casi igual repartido entre hombres (29 por ciento) y mujeres (25 por ciento).
Llama la atención que hasta un millón de niños nacieron ya como refugiados en otro país. La ACNUR estimó que entre 2018 y 2020, unos 290 mil y 340 mil bebés nacieron cada año. La organización es pesimista y asegura que muchos de estos niños “pueden seguir siendo refugiados durante años”.
Este es un punto especialmente sensible y en el que Filippo Grandi pone atención al exigir a los países a revertir la situación: “La tragedia de tantos niños y niñas nacidos en el exilio debería ser razón suficiente para maximizar los esfuerzos para prevenir y acabar con los conflictos y la violencia”. Pese a que los niños representan el 30 por ciento de la población mundial, cuando se trata de la población desplazada, representan el 42 por ciento.
El informe dedica un capítulo individual a la situación en México y Centroamérica, destacando el enorme aumento del número de desplazados de El Salvador, Guatemala y Honduras durante la última década. Al final de 2020, había unas 867 mil 800 personas de esos países que se habían visto obligadas a dejar sus hogares, en su mayoría como consecuencia de la extorsión y de la violencia.
El documento hace mención especial al número de venezolanos que, sobre todo desde 2018, han abandonado el país sudamericano huyendo de las consecuencias del régimen de Nicolás Maduro: 3.9 millones de personas. Son un 8 por ciento más que el año anterior, que en la mayoría de los casos se ha asentado en otro país sudamericano, o España.
La ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones consiguió mil 554 millones de dólares en fondos para poder asistir este año a 3.3 millones de personas refugiadas de origen venezolano y a las comunidades que las acogen.
Esto en el marco de la tercera Conferencia Internacional de Donantes en Solidaridad con los Refugiados y Migrantes Venezolanos, realizada en Canadá.
En 2020, de unos 3.2 millones de desplazados internos solo 251 mil pudieron volver a sus hogares un 21 por ciento menos que en 2019.
La reubicación de refugiados también registró una baja drástica. Solo 34 mil 400 refugiados fueron reinstalados el año pasado, un nivel mínimo en 20 años, a causa del número limitado de plazas y de la pandemia, según el ACNUR.