En California, Estados Unidos, en medio de una granja de cuatro mil metros cuadrados, vive un pequeño grupo de monjas dedicadas al activismo relacionado con la cannabis.
Escucha nuestra conversación con la fundadora de Sister of the Valley en México, Camila Valley
IMER Noticias
A lo largo de la historia, la sociedad ha encasillado a las mujeres en la iglesia en un solo papel: el de monja.
Mujeres dedicadas a la religión que viven, principalmente, en conventos y con una vocación servicial para ayudar a personas que necesitan apoyo como enfermos.
Sin embargo, en California, Estados Unidos, un grupo de monjas dejó de lado la religión y enfocaron sus esfuerzos en el negocio de la cannabis y el CBD.
El origen de la organización inició con el divorcio de la hermana Kate, una consultora de negocios en Europa, quien perdió casi todos sus bienes tras terminar su relación.
Después de unos años, Kate conoció un grupo de nativos en el estado quienes la inspiraron por su forma de vida, organización y su cultura.
En entrevista para IMER Noticias, Camila Valley, fundadora de Sister of the Valley en México, aclaró que ellas no son una organización religiosa, sino un grupo espiritual dedicado a vender productos medicinales de la cannabis que genera empleo a hombres y mujeres.
“Somos un grupo de mujeres organizadas que trabajamos con cannabis. Es un grupo empresarial porque comercializamos nuestro producto, tratamos de ofrecer trabajos dignos. Somos un grupo operado y organizado por mujeres”.
Movimiento disidente
Para la hermana Camila, su organización, las actividades que realizan y las personas que participan son actos de rebeldía que les han traído varias críticas.
“Hay veces que nos cuestionan, por qué hacen eso, como monjas con agua de ciclo lunar. Ha habido sí muchas críticas. Pero, en México, nos han recibido distinto. Nos ve y piensa que somos religiosas”.
De igual manera, Camila presume la organización como un proyecto feminista porque son mujeres organizadas e independientes que lucharon contra distintas violencias machistas.
“Todas somos mujeres que, en algún punto de nuestra vida, hemos sufrido. Por eso, este movimiento está enfocado en mujeres para apoyarlas y crear redes, aunque no es exclusivo”.
Finalmente, Sister of the Valley está a favor de la legalización y regularización de las drogas. Sin embargo, las leyes de los estados y de otros países son obstáculos para su negocio.
No obstante, las hermanas del Valle reconocen que el contexto de cada país es distinto y, en México, el factor del crimen organizado también es una barrera para abrir más espacios a las drogas.
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