En Ucrania, además de la vida de las personas también hay patrimonio cultural que se encuentra en riesgo. La UNESCO y autoridades locales aseguran que las obras no han sufrido daños de forma directa.
Carolina López Hidalgo
A un año de la guerra entre Rusia y Ucrania, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) contabiliza al menos 240 sitios de valor cultural afectados por el fuego bélico, de los cuales 105 son religiosos, 18 museos, 19 monumentos, 12 bibliotecas y 86 edificios más de interés histórico o artístico.
El ente de la ONU trabaja junto con otras organizaciones para evaluar la información por medio de distintas herramientas, entre ellas las imágenes satelitales.
No se han provocado daños directos contra el patrimonio mundial
No obstante, la propia organización internacional confirmó que a lo largo del conflicto no ha sido dañado patrimonio mundial.
La directora cultural de Emergencias de la UNESCO, Krista Pikkat, explicó que los daños son registrados casi al tiempo en el que suceden los atentados.
“Hemos confirmado 207 sitios dañados y esta información está disponible en nuestra web. Ahí está en las diferentes categorías de las diferentes instituciones que han sido afectadas. Nuestra principal responsabilidad es asegurarse de que la información esté disponible sobre la situación de los sitios. Para estar preparados para su recuperación. Pero sabemos que, en circunstancias anteriores, esta documentación ha sido utilizada también por las autoridades del país. Sí quieren investigar las acusaciones de crímenes de guerra”.
Járkov y Kiev las ciudades más afectadas
Las ciudades que más edificios de interés cultural, histórico y artístico han sido afectados son Járkov y Kiev. Que a principios de la guerra anunció el cierre de espacios como la Catedral Santa Sofía, declarada patrimonio mundial de la UNESCO por ser un símbolo de la “Nueva Constantinopla”.
El Museo Nacional de Historia de Ucrania cuenta con una colección de más de 800.000 objetos, entre arqueología, numismática, armas, artes decorativas, manuscritos, grabados antiguos, pinturas, gráficos y reliquias del movimiento de liberación nacional ucraniano del siglo XX.
Durante años ha existido un conflicto entre Ucrania y Rusia a pesar de compartir identidades que se reflejan, por ejemplo, en la riqueza arquitectónica de las ciudades ucranianas, como lo señaló en entrevista el arquitecto Felipe Leal.
“Es una riqueza arquitectónica, tiene una gran riqueza urbana y arquitectónica. Es una zona del mundo con ciudades muy bellas, muy bien constituidas”.
A inicios de la guerra uno de los principales edificios atacados fue el de la Universidad Nacional Karazin de Járkov, un antiguo edificio, símbolo tanto de la época zarista como soviética. Y uno de los primeros edificios de hormigón armado, diseñado por el arquitecto Serguéi Timochenko, figura del estilo “ucranio moderno” de inicios del siglo XX.
El Museo Nacional de Arquitectura y Vida Popular preocupó en un principio a los ucranianos ya que es un complejo que une la naturaleza con la arquitectura sin dejar de lado la historia. El recinto al aire libre posee unas 100.000 piezas de diversas características como artesanías, ropa popular, telas, muebles, herramientas, cerámica, madera, hierro, pintura, instrumentos musicales, juguetes para niños y más, según consigna su página web.
El circuito cultural lo conforman también el Museo de Bellas Artes de Odesa.
El diálogo como una necesidad en una época de confrontación
El titular del Seminario de Cultura, Felipe Leal aseguró que la guerra en Ucrania confirma la necesidad del diálogo. Y de la apuesta por la cultura con conocimiento y sensibilidad.
“Lamentablemente lo primero es la pérdida de vidas humanas y la incapacidad del dialogo que puede existir en la humanidad. La incapacidad de poder llegar a acuerdos, o las diferencias. Que lamentablemente se ha polarizado mucho en el mundo actual. Estamos viviendo una época muy poco agradable a nivel general, de las relaciones humanas, relaciones entre los países, de la confrontación que hay por las diferentes formas de pensar. Yo estoy convencido de que la cultura es lo único que nos puede salvar, siempre nos ha salvado en los momentos más difíciles”.
El llamado de la UNESCO para proteger a la ciudadanía y su patrimonio cultural
Desde el inicio de la guerra, la UNESCO expresó su preocupación por el conflicto en Ucrania y pidió que se respetara el derecho internacional humanitario para proteger a los ciudadanos y al patrimonio cultural.
A un año se siguen contabilizando los daños. Pero también en el marco del Mondiacult, que se llevó a cabo en septiembre en México, el ministro de cultura de Rusia Sergey Ovryvalin hizo un llamado a respetar y proteger el trabajo artístico y cultural de Rusia, esto tras la censura y persecución que también han sufrido sus creadores.
“No estamos destruyendo los objetos culturales, es una mentira, es un engaño. Nuestros colegas están usando nuestra plataforma cultural para expresar sus propósitos políticos sucios. No tengo nada que agregar. Si quieren pueden visitar y mirar con sus propios ojos”.
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