Jugar a la música es lo que hace el mexicano Héctor Infanzón en toda su obra. En entrevista en El Andamio, aseguró que se trata de hacerlo sin prejuicios y no discriminar ningún género ni influencia. Actualmente presenta dos producciones recientes: “Días sin tiempo” y “Tres Historias Concertantes”.

Una vida dedicada a la música
“Mis papás divirtieron con arte y música a sus siete chamacos, jugábamos a la música. Con ese bagaje detrás, entiendo la creación artística como algo multidisciplinario y ecléctico”. Así lo aseguró en esta entrevista, el músico mexicano que se ha dedicado a traducir su propio tiempo y origen en la Ciudad de México para manifestar su identidad.
Creador de ocho discos compactos entre los que destacan “Arrebatos”, “Impulsos”, “De manera personal” y “Citadino” presenta ahora sus dos más recientes propuestas “Días sin tiempo” y “Tres historias concertantes”.
Sobre el primero refiere que si bien lo trabajó antes de esta crisis sanitaria, el título “Días sin tiempo” llegó con la pandemia. Se trata de hacer “un alto una reflexión, dejar un testimonio sobre este tiempo”.

“Tres historias concertantes” es un homenaje a la amistad, a Mario Ruiz Armengol, a Eugenio Toussaint y a Marcial Alejandro; al mismo tiempo lo dedica a su padre y a su hermano.
Con 40 años de trayectoria, reconocimientos y colaboraciones en diversas partes del mundo y además incursiones en diversas formas del quehacer artístico, Héctor Infanzón, cuenta entre sus obras clásicas, Concierto para Flauta de Pico y Orquesta de Cuerdas “Mensajeros” estrenada por Horacio Franco en el 2007; “Concierto para violín y orquesta”, estrenada en el 2010 o “El Sazón De la Abuela” estrenada en el año 2012 en Viena, Austria.
Héctor Infanzón reconoce que la sana distancia complicó totalmente uno de los máximos valores de la música que es la experiencia presencial, sin embargo reconoce que estamos aprendiendo a comunicarnos y también a sentir con las plataformas virtuales que si algo permiten, es seguir creando es seguir compartiendo la energía.
