Una especialista detalla las diferencias entre ambos conceptos y señala los riesgos que implican en cuestión de DD.HH.
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IMER Noticias
La militarización está relacionado a la toma del poder a partir de los golpes de Estado. Por su parte el militarismo tiene una mayor relación con las actividades de la vida pública y a un proceso más político. Así lo explicó para IMER Noticias Daira Arana, especialista en militarización y directora general de Global Thought Mx.
“Nos encontramos que cuando las fuerzas armadas de un país hacen labores que le corresponden a instituciones civiles y tienen un papel en central en la toma de decisiones, hablamos justamente de este proceso más político de militarismo”.
En este sentido, la especialista señaló que hoy en día en México y otros países de América Latina, las fuerzas armadas tienen más influencia en la toma de decisiones y más recursos. Sin embargo, esto no sucede porque ellos lo hayan conseguido a partir del uso de las armas, sino porque las propias autoridades civiles les otorgan ese poder.
Las fuerzas armadas no son incorruptibles
A nivel narrativo, desde la presidencia se menciona que no hay peligros en torno a la actuación de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública “porque son incorruptibles”. En contraste, Arana subraya que no porque el presidente no ordene los abusos y violaciones graves a derechos humanos significa que no vayan a suceder.
“Es una visión totalmente simplista. Reduce la actuación de los agentes de las fuerzas armadas a que solamente hacen lo que se les ordena y no es así (…) Hay cuestiones arraigadas dentro de esas instituciones que no se terminarán solamente porque el presidente diga ‘doy la orden de no reprimir’ (…)”.
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