Fusilado el 14 de febrero de 1831, Vicente Guerrero no solo es uno de los íconos de la independencia mexicana, también es un símbolo de la lucha que durante años han librado sectores históricamente vulnerados e invisibilizados, como los pueblos indígenas y los pueblos afromexicanos.
Por Carolina López Hidalgo
Vicente Guerrero no solo fue conocido por su lucha política, también por ser defensor de las causas sociales, así como de dos sectores de la población que históricamente han sido discriminados en México: las comunidades indígenas y afrodescendientes.
A 190 años de su fusilamiento, continúa el debate sobre su origen. Hay historiadores que sostienen que era afrodescendiente, pero hay quienes aún aseguran que era mestizo. Lo cierto es que desde su infancia estuvo rodeado por el pensamiento indígena.
Nacido en Tixtla, en el Estado que ahora lleva su nombre, desde joven desarrolló el ideario de la independencia: libertad y justicia para todas y todos. Es la lucha por alcanzar esos ideales la que reivindica su figura al dar continuidad al legado de Miguel Hidalgo y José María Morelos.