La popular serie “El juego del calamar” es un drama de ficción de Corea del Sur en el que los concursantes que necesitan desesperadamente dinero participan en juegos infantiles mortales para ganar un gran premio en efectivo.
Esta serie se ha convertido en un fenómeno mundial por lo que su creador Hwang Dong-hyuk, ya confirmó que hará una segunda temporada… pero ¿qué más refleja esta serie y qué impacto tiene en la niñez?
Producción Gema Hernández
Carolina López Hidalgo
Vista por más de 117 millones de personas en el mundo, entre ellas niños, la serie coreana El Juego de calamar muestra cómo la violencia no es un problema individual de gente desquiciada, sino que es favorecida por los sistemas sociales y las violencias estructurales.
La violencia es un tema que la mayoría de los niños menores de 10 años no comprende, asegura la investigadora Investigadora de contenido de medios de la asociación “A favor de lo mejor”, Rosa Arriaga.
“Los niños menores de 10 años no tienen una madurez tan arraigada; si hablamos de adolescentes entre 12, 14 y 16 años. Este contenido platicando con los papás puede ser digerible, pero niños muy chiquitos no creo que tengan esa agilidad para diferenciarlo; esta serie está dirigida, desde origen, para un público adulto”. Rosa Arriaga, A favor de lo mejor.
Hecha para adultos, la serie ha llamado la atención en niñas y niños. Al tomar al juego del juego como ironía, ocupa lo más puro de los niños, lo lúdico, y lo lleva a la violencia. Para el psicólogo Ricardo Trujillo no hay que satanizar el juego, hay que orientarlo y crear un conocimiento.
“Porque también he visto algunas interpretaciones así: “Esto implicaría entonces que a la niñez les pervirtieron sus juegos porque cuando jueguen van a pensar en la serie y no van a pensar en el juego original infantil”; “les acabamos de quitar la pureza a los niños”. No, la verdad; es que los niños también jugaban a pistolazos, policías y ladrones.
La violencia es algo muy humano, evidentemente se despega de diferentes maneras y se sublima de diferentes maneras, solamente, que no somos conscientes de esta violencia; por lo tanto, lo que deberíamos de atender y atacar son las violencias estructurales, las desigualdades sociales y no criminalizar o cuestionar o patologizar o culpabilizar a los seres que aparecen en la serie. Lo realmente incómodo es la desigualdad social que produce todo esto”. Ricardo Trujillo, psicólogo
Ante el éxito de esta serie, los padres de familia, más que prohibir, tienen que orientar. Hasta el momento, la asociación “A favor de lo mejor” considera que el 90 por ciento de los menores de edad que han visto la serie lo ha hecho sin consentimiento de los padres. Se recomienda que los tutores tengan más cuidado con lo que ven los niños.
“Nosotros no tenemos la filosofía de prohibir, porque prácticamente cuando le prohibes un contenido a un niño o un adolescente es prácticamente que le digas “ve a verlo a mis espaldas”. Lo que nosotros le decimos a los papás es que la base de toda relación con los menores es la comunicación; que hablen con ellos acerca del contenido que quieren consumir, sabemos que los niños están en redes sociales todo el día y es de dónde sacan lo que quieren consumir”. Rosa Arriaga, A favor de lo mejor.
“El juego del calamar va de un grupo de endeudados que los invita un billonario a jugar a unos juegos infantiles, que se juegan en casi todas las partes del mundo, Pero cuando pierdes en los juegos, no solo pierdes, sino también les matan. Es sangrienta, violenta y triste. A mí no me dio miedo porque sé que son actores y que es mentira. A mí me da un poco de risa porque sé que son actores. Me daba risa cuando se los cargaban y perdían y pinpanpun”. Javier Capote de 8 años
La esencia de la serie es la crítica sobre la precarización social. Muestra cómo el capitalismo es un sistema excluyente en todas sus esferas; siempre va a incluir la injusticia y la inequidad. La comunicación con los niños ayuda a ampliar la visión de las problemáticas que plantea la serie, como lo señaló Rosa Arriaga.
“Debatir es algo que podríamos hacer posiblemente un tema que puedas debatir con tus hijos ¿qué interés o qué valor tiene las cuestiones materiales? ¿qué harías por él? y creo que también ahí es un poco inculcar el valor del trabajo, el esfuerzo. Si ya como adultos consumimos y cuestionamos aterrizar a nuestros hijos y decir mí me causó conflicto por esto. La serie de manufactura es buena pero más allá de la mercadotecnia que ha hecho que todo mundo la vea. No es la serie que todos deberíamos de ver para formarnos como ciudadanos responsables”. Rosa Arriaga, A favor de lo mejor.
En las redes sociales se ponderan los retos del Juego del Calamar, sobre todo en jóvenes menores de 16 años. Los disfraces para las fiestas de Halloween fueron un éxito. Los juegos que eran conocidos por todos con diferentes nombres como: la cuerda, estatuas de marfil, canicas y 1, 2, 3 calabaza hoy son llamados “El Juego del Calamar” reinterpretados en los patios de los colegios, algunos con la inocencia de no haber visto la serie, como lo señaló la maestra Mariana de sexto de primaria.
“Los niños ahora cantan la canción del juego del Calamar en lugar de gritar uno, dos, tres calabazas, yo que estoy en las guardias de recreo les pido que jueguen 1,2,3 calabaza. Ya que, si vieron el juego del calamar, les pedimos que en casa hablen con sus papás de la serie para que tengan el apoyo de sus padres, porque, les digo, tal vez, para ti es un juego, pero en la serie es otra cosa y mejor les pedimos que no reproduzcan el juego del calamar y le llamen por el nombre que conocemos”. Mariana, profesora de primaria
La responsabilidad de cuidar los contenidos que miran los hijos es de los padres, por lo que se recomienda tener un mayor conocimiento de lo que están viendo sus hijos, adentrarse a la tecnología, conocer los seguros para niños y, si es necesario, sentarse con ellos y platicar.
“Le recomendamos siempre revisar las clasificaciones; todo material que se emite en streaming, televisión abierta o cine tiene una clasificación; en función de esa clasificación, nosotros podemos saber qué tipo de contenido puede ver, ¿Qué grado de violencia?, ¿Qué grado de conducta sexual?, ¿Qué tipo de lenguaje? y ¿Qué tipo de violencia pueden tener?
Aprender a usar las plataformas, los padres deben involucrarse en qué hay en tendencia a qué contenido están teniendo acceso en el momento en que prenden el celular.
Y, finalmente, saber utilizar los controles parentales; todas las plataformas tienen un control parental en donde tú puedes decidir qué es lo que consumen tus hijos”.