Esto se puede deber a que la violencia que la origina se concentra en las mismas regiones y cada vez hay menos personas para desplazarse, de acuerdo con la especialista Ligia de Aquino, de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos.
A pesar que el número de víctimas de desplazamiento interno forzado en México ha disminuido, la violencia que la genera y los episodios en que personas abandonan la comunidad donde viven se mantienen. La Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos está analizando este comportamiento para explicar por qué ocurre esto.
El trabajo se realiza desde el área de Desplazamiento Interno Forzado, al que pertenece Ligia de Aquino, quien en entrevista para la Segunda Emisión de IMER Noticias, habló de una de las hipótesis: como la violencia que la origina se concentra en las mismas regiones, en esos lugares hay cada vez menos personas que puedan desplazarse, lo cual no implica que se esté resolviendo la violencia.
El Informe 2019, de la comisión sobre los episodios de desplazamiento interno forzado masivo en México, indica que el año pasado hubo 8 mil 664 víctimas. De acuerdo con el seguimiento, la cifra histórica acumulada asciende a 346 mil individuos afectados de 2006 a 2019.
El desplazamiento interno forzado ocurre por varias razones, en el ejercicio realizado por la comisión se enfocan en el desplazamiento por violencia categorizado de la siguiente manera:
- Violencia generada por grupos armados organizados. El 80 por ciento de las víctimas en 2019 se vieron forzadas a dejar su comunidad por este problema.
- Violencia política, conflictividad social y conflictos territoriales.
- Desalojo forzado. En 2019, se registraron 81 víctimas en esta categoría.
Los desplazamientos ocurrieron en ocho estados: Chihuahua, Tamaulipas, Sinaloa, Durango, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Guerrero (5 mil 128 desplazados) y Oaxaca (más de mil) fueron las entidades con más personas afectadas. Mientras que Chiapas fue la que tuvo más episodios, sumando nueve y casi 700 víctimas.
De acuerdo con el seguimiento realizado por la comisión, el número de víctimas ha disminuido entre 2016 y 2019, al pasar de 23 mil personas desplazadas a 8 mil 664. A pesar de eso, el número de episodios ha aumentado ligeramente, de 25 a 28.
El seguimiento también cuenta con indicadores de cómo se da la violencia: si es por ataques armados, enfrentamientos, etcétera. Estos indicadores tampoco muestran disminución.
De Aquino explicó que cuentan con información sobre las causas que obligan a las personas a abandonar el lugar donde viven, la cual puede ayudar a prevenir nuevos desplazamientos.
Otra manera de atender el problema es encontrar soluciones duraderas para quienes ya están en situación de desplazamiento. La especialista también dijo que es necesario un marco jurídico a nivel federal para poder coordinar acciones integrales, porque abandonar el lugar de vivienda de manera forzada genera varias problemáticas.