El cortometraje documental es uno de los primeros proyectos del Laboratorio de Cine Documental del Noroeste, que pertenece a la Universidad de Tijuana CUT.
Redacción IMER Noticias
La Universidad de Tijuana CUT inauguró el Laboratorio de Cine Documental del Noroeste, un espacio de formación permanente de documentalistas y de interacción social para toda la comunidad.
Uno de los primeros proyectos con los que comenzaron a trabajar los integrantes del laboratorio fue seleccionado para participar en el Festival de Cine Latino de San Diego y obtuvo el primer lugar de la categoría Jóvenes Talentos, en la segunda edición del “Migrant Voices Film Challenge”.
Sobre este proyecto, Alejandro González García, coordinador de la Licenciatura en Cine y Producción Audiovisual de la Universidad de Tijuana y del Laboratorio de Cine Documental del Noroeste, dijo que se trata de un cortometraje documental que habla acerca de cómo la gastronomía, la cocina, es un puente que sirvió para que los migrantes haitianos que hace poco llegaron al norte del país pudieran integrarse a la comunidad.
«Como sabes, aquí en la frontera norte el tema de la migración es algo recurrente; de hecho tenemos centros de investigación que se dedican a ello. Y nosotros lo que quisimos era abordar esos temas, pero ya no necesariamente que girara estrictamente alrededor de la frontera como un eje socioeconómico, sino que queríamos hacer una aproximación más sociocultural, señaló en entrevista para la Primera Emisión de IMER Noticias.
«En este caso, hablar acerca de los otros tipos de fronteras, como lo son las de género, las fronteras culturales, lingüísticas, etcétera. Y queremos hablar acerca de quiénes son esos actores sociales que, de alguna manera, intervienen a que estas fronteras puedan cruzarse».
Alejandro González García, coordinador del Laboratorio de Cine Documental del Noroeste
González García dijo que el director del cortometraje “El camino de la cocina”, Israel Becerra, y su productor, Ricardo Montañez, conocieron a las personas, previo a la filmación del documental, y se dieron cuenta de que necesitaban una aproximación más humana.
«Se dan cuenta que más allá de únicamente usar la comida como un elemento económico de supervivencia, comienzan a hacer este proceso de integración de los elementos mexicanos y los elementos haitianos. Y todos estos elementos que los migrantes trajeron a lo largo del centro y Sudamérica, terminan por converger y crear algo nuevo. Al final de cuentas, el fenómeno de la migración termina por hacer siempre, crear nuevas manifestaciones culturales».
Alejandro González García, coordinador del Laboratorio de Cine Documental del Noroeste
Sobre el Laboratorio de Cine Documental del Noroeste, platicó que comenzó como una iniciativa interna de la Universidad de Tijuana CUT para que los estudiantes que tuvieran una plataforma, y posteriormente decidieron abrirlo a toda la comunidad.
«Comenzamos a ver esta iniciativa como si fuera un nodo de vinculación para otras universidades, centros de investigación, festivales, asociaciones civiles u organizaciones no gubernamentales. Que de alguna forma detectaran problemáticas que necesitan ser visibilizadas y que necesiten darle voz a ciertas situaciones, que hasta el momento han sido ignoradas».
Alejandro González García, coordinador del Laboratorio de Cine Documental del Noroeste
Finalmente, dijo que debido al confinamiento por la pandemia de Covid-19 tuvieron que congelar un par de proyectos que estaban desarrollando en el laboratorio, aunque después la misma pandemia se convirtió en parte de las historias.
Para ello, están buscando nuevas estrategias para presentar esos proyectos, a través de la animación y otras formas creativas de narrar.