El geógrafo de la UNAM, Baruch Sangines, analizó la distribución geográfica de los alojamientos de Airbnb y encontró que las colonias donde hay más registros son las que presentan mayores problemas de gentrificación.
Una iniciativa presentada recientemente ante el Congreso de la Ciudad de México para regular las plataformas de hospedaje como Airbnb, desató un polémica. Sin embargo, para Baruch Sangines, geógrafo por la UNAM, es necesario poner reglas a estos servicios dados los problemas que se derivan de su uso.
La propuesta fue lanzada por el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) al Congreso local y en ella se prohíbe el uso de viviendas que pertenecen a condominios con fines de hospedaje temporal.
Esta iniciativa vuelve a poner en la mesa el debate sobre la pertinencia de regular este tipo de servicios de hospedaje en la Ciudad de México, un tema que ya ha sido legislado en otras metrópoli. En entrevista para la Tercera Emisión de IMER Noticias, comentó que es necesario establecer reglas y puso de ejemplo los límites de tiempo de hospedaje o restricciones de barrios que en otros lugares del mundo se han establecido.
Para conocer qué colonias se han visto más afectadas por este tipo de plataformas, Sangines consultó una base de datos construida por una particular que está abierta a la población. En ella encontró que, en 2020, la Ciudad de México, alcanzó las 21 mil propiedades registradas en Airbnb, entre casas o departamentos completos y cuartos privados.
Cuando los datos se trasladan a un mapa resulta evidente que existen ciertas concentraciones de alojamientos en zonas con mejor infraestructura de transporte y ubicaciones cercanas a museos o restaurantes.
Las principales colonias con alojamientos registrados en Airbnb son la Roma Norte, con 1750 propiedades, Hipódromo Condesa (1165), Colonia Centro (1057), y la Condesa (787). Todas se encuentran en el centro de la ciudad y la mayoría están atravesadas por la avenida Insurgentes, una de las más importantes de la capital en cuanto a transporte y lugares para visitar. Se trata de localidades donde vivir es costoso.
La aplicación de Airbnb surgió como aplicación con un esquema de economía colaborativa, en el que una persona abría su vivienda para hospedar a un turista y de esa manera obtenía un ingreso extra. A pesar de que esta premisa se mantiene, Sangines enumera una gran cantidad de problemas que la falta de regulación ha ocasionado.
El principal problema son los agentes inmobiliarios que acaparan las propiedades para registrarlas como lugar de hospedaje. Esto deriva en el encarecimiento de las zonas, expulsa a residentes locales como consecuencia de la alza en los precios de los servicios y afecta a negocios locales.
Esta serie de problemas agravan el acceso a la vivienda y orillan a los residentes locales a trasladarse a la periferia. Por esa razón, Sangines ve necesaria la regulación.