En México, de 2019 a 2024 ocurrieron 672 crímenes de odio contra la comunidad LGBT+ entre asesinatos, atentados y desapariciones.
Georgina Hernández
De 2019 a 2024, en México se registraron al menos 672 crímenes de odio contra la diversidad sexual, entre asesinatos, atentados y desapariciones, así lo dio a conocer Fundación Arcoíris. Lo anterior al presentar el nuevo sitio web del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra Personas LGBTI+ en México.
En conferencia de prensa, Kenlly Pacheco, integrante del Comité Inclúyet, explicó que las entidades con más casos documentados en este periodo son:
- Veracruz: 107
- Chihuahua: 54
- Baja California: 51
- Ciudad de México: 50
Y agregó que la nueva página recopila el registro de crímenes de odio contra la comunidad LGBT+ desde 2010. Sin embargo, precisó que el número de casos comenzó a escalar a partir de 2019:
“En el año 2019 podemos identificar que tenemos un registro de 87 casos de violencia. En el año 2020 tenemos un registro de 107. En el 2021 tenemos 119. En 2022, 126. En 2023, 92 casos, que si bien es cierto, hubo una disminución, no quiere decir que conforme vaya pasando el tiempo podamos identificar casos que de repente no hayamos localizado a simple vista o de forma tan tangible.
Y en lo que va de 2024 tenemos, al menos, 141 registros. Es sumamente alarmante pensar que hay 141 casos de violencia que van en estos cuatro ejes”.
Pacheco informó que en lo que va del año 2024, hay registros de:
- 55 asesinatos de mujeres trans.
- 20 de hombres gays.
- 2 de mujeres lesbianas.
- 1 de una persona bisexual.
- 1 de una mujer trans e integrante de la comunidad muxe, el asesinato de Mayte López, registrado a principios de octubre en el municipio de Juchitán, Oaxaca.
Asimismo, agregó que hasta el pasado 1 de octubre las entidades con más casos registrados son Ciudad de México con 23; Veracruz, 17; Michoacán, 10; Jalisco, 9; y Guanajuato y Morelos, 8 cada uno.
Crímenes cometidos por el Estado
Carlos Ventura Calleja, de la organización civil Serapaz, señaló que uno de los retos para acercarse al problema es conocer el tema de seguridad de las víctimas e integrar en las estadísticas los crímenes cometidos por agentes del Estado e integrantes del crimen organizado:
“Hoy después del informe del Comité contra las Desapariciones Forzadas o la relatora especializada en desplazamiento forzado, a mí me llamó la atención que algo que en 2015, por ejemplo, después del Caso Ayotzinapa, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos no se atrevió a poner y decía ‘agentes del Estado y otros agentes’.
Los últimos informes de los mecanismos de Naciones Unidas dicen que la violencia que se enfrenta en México en crímenes, desapariciones, torturas, feminicidios, desplazamientos forzados, es por agentes del Estado y por actores del crimen organizado y creo que ese es un elemento que hoy tendríamos que integrar con mecanismos y protocolos de seguridad cuidando con quienes trabajamos”.
La situación se agrava cuando las personas LGBTIQ+ pertenecen a otros grupos vulnerables. Por ejemplo, las personas migrantes LGBTIQ+ también enfrentan la doble amenaza del crimen organizado y la discriminación.
En tanto, las mujeres lesbianas y bisexuales son invisibilizadas y sus casos clasificados como feminicidios sin considerar su identidad.
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