El presidente Andrés Manuel López Obrador llega a su segundo informe en medio de la peor crisis económica y sanitaria del país, por causa de la pandemia de Covid-19.
Adriana E. Flores
En un solo año todo cambió para el presidente Andrés Manuel López Obrador… hasta el tono de sus discursos, que los especialistas reconocen como espontáneos y coloquiales. Hoy, sin embargo, esperan un mensaje presidencial más sobrio y adecuado a la difícil circunstancia que enfrentan millones de mexicanos.
Presidente Andrés Manuel López Obrador
<<Los que se oponen al cambio viven aturdidos y desconcertados, la mayoría de los mexicanos apoya la transformación y están contentos, feliz, feliz, feliz.>>
Este fue el tono del presidente Andrés Manuel López Obrador durante el mensaje que ofreció ante 500 invitados por su primer informe de gobierno.
Un año después, llega a su segundo informe en medio de la peor crisis económica y sanitaria del país, por causa de la pandemia de Covid-19. A pesar de las adversas circunstancias, López Obrador ha mantenido un tono optimista y la espontaneidad en sus discursos, afirma Ivonne Acuña, experta en sistema político y género, de la Universidad Iberoamericana.
<<Aquí no, definitivamente lo que el presidente dice es lo que piensa y lo que lee es lo que ha venido mencionando por décadas, se nota esa autenticidad que no había en otros presidentes>>.
No obstante, para esta mañana espera del presidente un discurso más formal y adecuado al momento que atraviesa el país, pues las expectativas sobre el contenido son mayores.
<<Creo es el mas difícil por el contexto y la cuestión política, la confrontación entre oposición que intenta reconstruirse o armarse, pedidos antidemocráticos que deje la silla de manera prematura, la pandemia, muertos, contagiados, desaceleración económica, más complejo que anteriores.
Ivonne Acuña considera que el presidente, esta vez, tendrá que destacar en su discurso dos mensajes centrales: esperanza y prudencia.
<<Yo esperaría que no asuste a la población, pero si más cuidado, gente joven que no se cuida y está siendo víctima, esperaría que llamara a la población, el virus sigue ahí>>.
Otros especialistas, en cambio, advierten que nada cambiará en el tono y la esencia de las palabras que López Obrador ha expresado durante años, distinguiéndolo como una especie de “neocaudillo”, según Manuel González Navarro, profesor de la UAM Iztapalapa, especializado en psicología política.
<<Este neocaudillo es justiciero, misionero, tiene papel de guía a los pobres, gente indefensa, marginados. Es el candidato permanente a dirigir de alguna manera a estos personajes que quiere cubrir>>.
González Navarro destaca de López Obrador el tono coloquial que le permite soltar frases como “me canso, ganso”, “quién pompó”, entre otras, porque estas lo acerca a la sociedad, sin dejar de desafiar el orden corrupto que prometió combatir.
<<Busca equilibrios como presidente y romper como presidente moderno el viejo sistema político anclado en corrupción, es un juarista […] Es alguien que se asume mucho mas cercano, el impacto de viajar en avión, eventualmente no usar cubrebocas, le da un rango particular. El personaje de AMLO es auténticamente original>>.
En cualquier caso, hoy millones de mexicanos afectados por el desempleo, la falta de dinero y la enfermedad podrán a prueba las palabras del presidente, al confrontarlas con su realidad.
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