El creciente tráfico de armas desde Estados Unidos hacia México es abordado por el canciller Marcelo Ebrard, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo y el embajador estadounidense Christopher Landau.
El encuentro se lleva a cabo en la sede la SSPC y forma parte de un acuerdo que establecieron el presidente López Obrador y su homólogo Donald Trump en la llamada que sostuvieron el fin de semana tras los ataques que el Cártel de Sinaloa realizó en Culiacán, Sinaloa, tras el operativo fallido para detener a Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo”, a fin de detener el la llegada de armas al país.
En el encuentro de alto nivel, también estarán presentes miembros de la Marina, la Sedena y la Guardia Nacional. Por parte de Estados Unidos están representantes
Departamento de Casos, de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.
EL gobierno de López Obrador ha insistido a la administración de Estados Unidos trabajar de manera conjunta para luchar y controlar contra el flujo de armas ilegales que entran a territorio mexicano y que en su mayoría son para uso del crimen organizado.
En agosto pasado, Luis Cresencio Sandoval, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, informó que en el país circulan más de un millón 600 mil armas sin control.
El funcionario reconoció que en los últimos 10 añoz ingresaron a México de forma ilegal dos millones de armas.
En ese momento, el general secretario detalló que el 70 por ciento de las armas que están en México proviene de Estados Unidos, la mayoría manufacturadas en Texas.
El 30 por ciento restante proviene de España, Italia y Austria.