El bipartidismo que ha predominado en Chihuahua está en disputa en el actual proceso electoral. La contienda electoral abre la puerta a nuevos jugadores.
Escucha la radiografía electoral de Chihuahua.
Aura García
La minería, la ganadería y la manufactura son los pilares que sostienen la economía de Chihuahua, un estado en el que ha predominado el bipartidismo y que llega a una nueva elección con un desafío al frente: los conflictos sociales por el agua en la entidad.
En 2020, la sequía afectó el 90% de la producción agrícola en la entidad. Los factores se conjugaron. A la ausencia de lluvias se sumó la obligación de entregar 431 millones de metros cúbicos de agua a Estados Unidos, a través de un tratado que está vigente desde 1944.
“Los candidatos y candidatas que se están postulando para la gubernatura están muy presionados, precisamente por tener que pronunciarse sobre este tema de la gestión del agua que, si bien es una competencia de alcance federal, pues en la entidad se ha venido presentando como un tema crucial en tanto el acceso a este líquido vital es un factor central para poder realizar la actividad minera, agrícola y ganadera”.
Es la voz de Víctor Alarcón Olguín, académico e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien considera fundamental garantizar el acceso al agua para mantener las actividades productivas en la entidad, principalmente la manufactura que genera casi la mitad de los empleos de los chihuahuenses.
Su aportación a la industria y su colindancia con Estados Unidos jalan los reflectores sobre lo que está en juego en los próximos comicios, dice Alarcón, al tiempo que advierte la necesidad de poner atención con problemas que arrastra de manera histórica.
“Obviamente se destaca también por su contribución económica a la parte industrial del país, es decir, su colindancia con Estados Unidos lo hace ser un estado importante desde el punto de vista también de la relación bilateral con los Estados Unidos. Desde luego todas las entidades son importantes, pero Chihuahua por estas características que estamos mencionando, tiene una base esencial en la industria maquiladora que también se vio afectada por estos vaivenes de inseguridad, pandemia, entre otros aspectos”.
Uno de esos problemas es la violencia. De acuerdo con el politólogo de la UAM,ese es uno de los pendientes en la entidad que, si bien no se compara con la que registraba hace 10 años sí preocupa y atañe a la población.
“En los temas de seguridad, los temas de combate al narcotráfico, los temas de feminicidios, sobre todo en municipios tan destacados como ha sido el caso de Ciudad Juárez, pues siguen sin ofrecer respuestas adecuadas para la población. Sin lugar a dudas es un lugar muy afectado, muy golpeado por este tipo de circunstancias”.
Chihuahua ocupó en 2020 el segundo lugar con más víctimas de homicidio doloso en contra de las mujeres y el cuarto en los delitos de violación y abuso sexual, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Duarte, una sombra que no se borra
Al igual que la agenda del actual gobernador Javier Corral, las elecciones en Chihuahua no pueden entenderse sin el factor César Duarte. El ex gobernador priísta detenido desde 2020 mantiene su presencia incluso entre candidatas y candidatos ligados a él y a las investigaciones en su contra.
Así lo advierte Pablo Montes, coordinador anticorrupción del Instituto Mexicano de la Competitividad, quien asegura que su figura no sólo desacreditó al partido político que lo arropó, sino que también cimbró la confianza en las instituciones y el estado de derecho.
“Es un contexto un tanto complicado porque vamos a ver que dado de las investigaciones que se iniciaron por César Duarte no sólo estamos hablando de la candidata por el lado del PAN, sino que en otros puestos, ya sean de ayuntamientos o de diputados locales, también hay personajes involucrados en estas investigaciones”.
Entre las contendientes que buscan la gubernatura en el actual proceso electoral hay dos que buscan desmarcarse de su sombra.
¿Quiénes llegan a la contienda?
El bipartidismo que ha predominado en Chihuahua está en disputa en el actual proceso electoral. Tras una larga historia en la que el estado más grande del país sólo ha sido gobernado por el PRI y el PAN, la contienda electoral del 6 de junio abre la puerta a nuevos jugadores.
Con declinaciones recientes, cinco personas se mantienen firmes en la busca de la gubernatura, pero solo dos tienen oportunidades reales de suceder al panista Javier Corral, de acuerdo con las encuestas.
Maru Campos, en la mira de la justicia
La panista es la abanderada de la alianza PAN-PRD y hasta hace unas semanas era la favorita; sin embargo, el 1 de abril fue vinculada a proceso por presuntamente haber recibido sobornos del ex gobernador César Duarte. Además, es pública su confrontación con el gobernador Javier Corral, a quien acusa de perseguirla políticamente y burlar su presunción de inocencia. Aunque su candidatura fue impugnada por tres partidos, el Tribunal estatal electoral avaló el registro y confirmó que mientras no tenga una sentencia condenatoria sus derechos políticos y cívicos permanecen intactos. Maru Campos asegura que la defensa de los recursos será prioritaria en su gobierno, particularmente el agua.
Juan Carlos Loera, el ex delegado
Tras desempeñarse como superdelegado de los programas sociales, el morenista saltó a la contienda y es una de las 18 personas con este encargo denunciadas por presuntos actos de nepotismo y mal uso de los programas sociales. En octubre renunció a esa labor y actualmente es diputado federal con licencia. Además de Morena, lo cobijan el PT y Nueva Alianza. Su propuesta es trabajar con un nuevo plan de desarrollo económico y construir un sistema de seguridad comunitaria.
Alfredo “El Caballo” Lozoya, el ex independiente
Es el candidato de Movimiento Ciudadano, aunque apenas en 2020 se integró al partido político. En 2016 se lanzó como independiente a la presidencia municipal de Parral y logró la victoria y para 2018 se convirtió en el primer alcalde sin partido de México en ser reelecto. Propone reestructurar las finanzas del estado y gestionar una reducción en las tarifas del servicio de agua potable.
Asimismo, contienden por el puesto Brenda Ríos Prieto, por el Partido Verde, y Luis Arrieta Lavenant, por el Partido Encuentro Solidario.
Declinaciones de última hora
A pocos días de que se realicen las elecciones en Chihuahua, al menos tres candidatos se han bajado de la contienda para darles su apoyo a otros candidatos, lo que ha provocado movimientos no contemplados ni siquiera por las dirigencias de partidos.
María Eugenia Baeza, candidata de Redes Sociales Progresistas, declinó a favor de María Eugenia Campos, abanderada del PAN-PRD. El candidato de Fuerza Por México, Alejandro Díaz Villalobos, también se bajó de la contienda para apoyar a Campos, y Graciela Ortiz, candidata del PRI, declinó también a favor de la panista.
¿Qué quieren los chihuahuenses?
Gerardo Solís está dedicado a la ganadería, vive en Ciudad Camargo y está seguro de por quién votar y por qué. Cuando se le preguntan sus motivos comenta sobre los diversos candidatos e incluso conoce rasgos de su historia política; para él es prioritario atender la gestión del agua.
“Desafortunadamente para la región centro-sur del estado que es de un potencial agrícola muy importante, este distrito de riego se ha visto afectado mucho por la sequía, de un lado muy importante, y luego lo otro es que desafortunadamente el gobierno federal vino y extrajo el agua de las presas y eso pues puso más en riesgo la situación de los cultivos”.
Julieta, de 40 años, directora de Administración y Finanzas de la Universidad Tecnológica de Camargo, opina que es indispensable ejercer el voto y describe a su estado como una tierra de personas trabajadoras, que saben salir adelante.
“De lo más importante que se tiene que hacer en Chihuahua, yo creo que es el tema del empleo, mayor inversión de empresa y el tema del agua en este caso que es preocupante para esta región, y el tema de defender el presupuesto que nos corresponde a Chihuahua y que ha sido recortado y reducido por razones obvias”.
Diego Álvarez, de 28 años, originario de la capital e ingeniero de profesión, dice que a los ciudadanos les toca escoger entre “el menos peor”, lamenta la división de partidos y resalta que el estado es muy fuerte y honorable, aunque quedó muy dañado tras el paso de Duarte.
“Hablándote del sistema político, porque fui partícipe como funcionario público hace algunos años, creo que falta de verdad una profesionalización de las personas a nivel de rango medio o rango alto. Hablo de jefes de unidad o de departamento, hasta secretarios, subsecretarios, directores o subdirectores, porque también creo que es una parte importante atender los problemas internos, así como los externos”.
Chihuahua es un estado que si bien enfrenta el problema del agua, la inseguridad y el fantasma de la corrupción, es visto por empresarios nacionales y trasnacionales como un lugar para la inversión y el crecimiento económico. El 6 de junio definirá su futuro político y con ello una ruta a seguir para los siguientes seis años.