Para Abraham Lira, Doctor en Ciencias Sociales, la estrategia de Moreno restará credenciales a sus futuros candidatos y profundizará la división interna en el partido.
Aura García
El mensaje del dirigente del PRI, Alejandro Moreno, del pasado lunes fue claro: no va a renunciar a su mandato y está dispuesto a extenderlo casi cinco meses para llevar mano en el proceso electoral del 2024.
Los senadores Miguel Ángel Osorio Chong y Claudia Ruiz Massieu cuestionaron severamente esta decisión para ampliar el periodo de la dirigencia en el corto plazo. Además, advirtieron que interpondrán recursos legales para impugnar la votación.
A la par, el exgobernador priista de Guerrero, Héctor Astudillo, y el excandidato a ese estado, Mario Moreno Arcos, renunciaron al Consejo Político Nacional.
Pero, más allá de las reacciones al calor político, los analistas consideran que la decisión debilita al tricolor. En especial de cara a las negociaciones de coalición en la próxima elección federal.
El experto en partidos y Doctor en Ciencias Sociales, Abraham Lira, apunta que el ajuste en la normativa, le resta credibilidad a Moreno. Pero, sobre todo, institucionalidad. Un elemento que había caracterizado al PRI.
Además, despedaza la imagen de unidad que la dirigencia ha intentado sostener tras cada decisión cuestionable.
“Es un mandato polémico. Podemos observar aquí es la necesidad de seguir figurando y de tomando las decisiones importantes en procesos electorales pese a que los resultados no los han acompañado.
Esta reforma a los estatutos va a generar una división dentro del PRI. No hay para nada una unidad política dentro del partido y evidentemente eso va a tener un impacto hacia afuera. Estamos viendo ese afán de ostentar el poder político, pese ante todo.”
Alito daña a los y las candidatos
Abraham Lira aseguró que algo similar ocurre en el PAN donde el senado Damián Zepeda ha cuestionado a Marko Cortés por emplear métodos similares para mantener el control del partido.
Sin embargo, en la ruptura priista provocará que la reputación de Moreno cobre factura con los priistas que aspiren a un cargo de representación popular y deban llegar a alianzas con otras fuerzas políticas.
“No veo que los candidatos del PRI logren posicionarse a la hora de hacer las negociaciones para ir a la contienda en alianza con otros partidos. Este tipo de sucesos desmantelan la unidad y la capacidad de operación política del partido.
Estamos viendo a un PRI que se está empequeñeciendo como fuerza política y que irremediablemente va a tener un impacto a la hora de seleccionar a los candidatos que van a ir por la alianza.”
Según Lira, la decisión de aprobar un periodo adicional de hasta 90 días hábiles para que la dirigencia se sostenga se convirtió en un buen termómetro sobre lo que los partidarios del PRI desean.
También añade que existe la posibilidad de un escenario en el que la ciudadanía está dispuesta a alejarse del partido, porque se ha transformado en algo con lo que no comulgan.
Esto, luego de las protestas en redes sociodigitales con los mensajes #AsíNoAlito y #AlitoNoMeRepresenta.
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