Estudio advierte que la biósfera terrestre está en riesgo y presenta degradación, lo que amenaza ecosistemas y biodiversidad.
IMER Noticias
Un estudio del Instituto de Investigación del Impacto Climático de Potsdam (PIK), en colaboración con la Universidad BOKU de Viena, reveló que el 60% de la biósfera de la tierra está en riesgo, y el 38% está en una condición de “alto riesgo”.
Además, se encontró que el 76% de la superficie terrestre, tiene problemas de degradación, es decir hay una alteración de los ecosistemas, disminución de biodiversidad y extinción de especies.
Consecuencias del daño a la biósfera terrestre
El daño acumulado a la biósfera tiene como consecuencias alarmantes:
- Pérdida de biodiversidad
- Aumento de fenómenos climáticos
- Degradación del suelo
- Contaminación del agua y el suelo
- Pérdida de suelos fértiles
La degradación de los ecosistemas y la pérdida de biodiversidad amenazan la disponibilidad de recursos naturales, disminuye la producción de alimentos y por lo tanto se pone en riesgo la salud humana.
Importancia de la fotosíntesis
El análisis mapeó la integridad funcional de la biósfera, es decir, la capacidad del mundo vegetal para co-regular el sistema terrestre.
De acuerdo con el estudio, el equilibrio depende de que las plantas puedan captar energía a través de la fotosíntesis para sostener los flujos de:
Carbono, agua y nitrógeno, que son esenciales para los ecosistemas.
“Estos flujos de energía impulsan toda la vida, pero los humanos ahora están desviando una fracción considerable de ellos hacia sus propios fines, perturbando los procesos dinámicos de la naturaleza”, explicó Wolfgang Lucht, coordinador del estudio.
El estudió se basó en la última actualización de los Límites Planetarios publicada en 2023, que coloca a la fotosíntesis en el centro de la estabilidad del planeta.
Además, realizaron un mapeo de la evolución histórica de la biósfera desde 1600 hasta el 2000.
Para esto, utilizaron un programa que simula los flujosde agua, carbón y nitrógeno, en el que se pudo observar que para 1900 el 37% ya estaba fuera de la zona segura y el 14% en alto riesgo.
“Este primer mapa mundial que muestra cómo se ha sobrepasado el límite de la integridad funcional de la biósfera… supone un avance científico”, afirmó Johan Rockström, director del PIK.
De acuerdo con la investigación esta presión sobre la naturaleza refleja una transformación profunda de los entornos naturales por la actividad humana.
Los investigadores sugieren la adopción de dos indicadores globales que permiten evaluar:
- La presión humana
- La alteración ecológica
Con el objetivo de mejorar la vigilancia y gestión ambiental.
Además de advertir sobre la urgente implementan políticas y prácticas sostenibles para frenar consecuencias irreversibles que pondrían en riesgo la habitabilidad y el bienestar de las futuras generaciones.
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