Los taxis Tsuru año 2014 emiten hasta dos veces más emisiones que los taxis del mismo año y diez veces más que los vehículos particulares.
Escucha la entrevista con Carlos Jiménez, consultor de investigación en el Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT).
IMER Noticias
A través de un estudio que realizó el Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT), en coordinación con la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), se determinó que los taxis son los vehículos del transporte público que más emisiones contaminantes generan.
Carlos Jiménez, consultor de investigación en el Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT, por sus siglas en inglés), explicó para los micrófonos de IMER Noticias, que se realizaron 54 mil pruebas válidas en 21 puntos de la Ciudad de México, el Estado de México y Puebla.
Para ello se utilizó un dispositivo denominado sensor remoto que se coloca a nivel de calle para captar las emisiones al paso de los vehículos.
“Encontramos que, en segmentos específicos, por ejemplo, de taxis, los taxis están emitiendo niveles de contaminantes de entre 2.2 y 3.1 veces mayor a la demás flota de vehículos particulares. Y, en específico, algo que conocen las autoridades ya de la Zona Metropolitana que, por ejemplo, los taxis Tsuru son más contaminantes, los Tsuru de 2014 emiten hasta dos veces más que los taxis del mismo año, pero hasta diez veces más que los vehículos particulares”.
“El 7 por ciento de la flota muestreada son vehículos del periodo entre 1994 y 2005, es decir, con 20 o 30 años de antigüedad, esto es el 7 por ciento registrado en el Estado de México, aporta entre el 25 y el 42 por ciento de las emisiones totales de todos los contaminantes que analizamos”.
Carlos Jiménez agregó que con los resultados obtenidos, podrán generar recomendaciones de política pública que apoyarían en la mejora de la calidad del aire y la salud de la población.
“Nosotros creemos que una medida puede ser generar una evaluación para consolidar la armonización y homologación de estos programas y que entonces se pueda tener unos resultados similares en ambas flotas o en las flotas completas que conforman la Megalópolis”.
México con 18 años de retraso
En México los autos de trasporte público más recientes contribuyen más a la formación del ozono que en otras naciones como Canadá y Estados Unidos, ¿por qué pasa esto?
De acuerdo con otras campañas similares (de sensor remoto), se encontró que los vehículos en la Zona Metropolitana presentan niveles extremadamente altos de emisiones de hidrocarburos, que estos son contribuyentes a la formación de ozono. La mayor parte de contingencias que tenemos en la Zona Metropolitana es por ozono. Y cuando comparamos contra vehículos de Estados Unidos y Canadá encontramos que la regulación vigente en nuestro país para vehículos nuevos, es decir, los que se van a adquirir por primera vez, tiene un retraso con respecto a la regulación que se tiene en Estados Unidos y Canadá.
Es decir, actualmente la regulación de México se basa en el Tier 1, que aplicaba para vehículos que circulaban en Estados Unidos y Canadá entre 1994 y 2006.
Ante este retraso de 18 años en la normatividad, en comparación con los países del norte, el entrevistado consideró necesario hacer un esfuerzo de coordinación para contar con una normatividad más estricta para vehículos nuevos, así como fomentar una normatividad más estricta acompañada de incentivos que generen cambios de vehículos menos contaminantes.
“La intención es que la autoridad llegue a lo más posible en niveles de exigencia para reducir contaminantes de los vehículos nuevos. Algo que hay que subrayar es que no podemos llegar a los niveles que se tienen ahorita en Estados Unidos o Europa, porque la calidad de nuestra gasolina, con respecto al azufre, no es suficiente para esos niveles de regulación. Tenemos una gasolina con 30 partes por millón de azufre y tendríamos que tener 10 partes por millón para poder llegar a esos niveles”.
Para ello es necesaria una coordinación con el sector energético, enfatizó Jiménez.
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