Tras el fallecimiento de Francisco los perfiles para el próximo papa apuntan a la continuidad de su proyecto o un regreso al conservadurismo.
José de la Garza / Jessica Fernández
Jorge Mario Bergoglio fue el primer pontífice jesuita y latinoamericano. El papa Francisco, en honor a San Francisco de Asís, impulsó una Iglesia católica más incluyente y estableció un servicio humanista. Lo cual, lo enfrentó a los tradicionalistas durante sus 12 años de papado.
Sin embargo, tras su fallecimiento quedó suspendido el proyecto reformista y de justicia social que marcó su trayectoria como obispo del Vaticano.
En las siguientes semanas, el cónclave del Colegio Cardenalicio de la Iglesia católica —que reúne a obispos de todo el mundo cuando fallece la máxima autoridad del Vaticano— elegirá al próximo papa. Entre los que se perfilan para suceder a Bergoglio aparecen progresistas, moderados y conservadores.
¿Qué obispo daría continuidad a la tendencia de Francisco?
Pietro Parolin de Italia, tiene 70 años y es el actual secretario de Estado del Vaticano. Fue uno de sus principales defensores de Francisco, sobre todo, durante el tiempo que estuvo hospitalizado.
Aunque fue uno de los más cercanos a Bergoglio durante su papado, no tiene mucha experiencia pastoral ya que desempeñó otros cargos diplomáticos y administrativos.
Matteo Zuppi es un italiano de 69 años. Es arzobispo de Bolonia conocido por su trabajo de mediador de paz internacional. Gracias a su atención a la población marginada, es considerado el progresista con una alineación a la tendencia de Francisco. Incluso, en 2023 el papa Francisco lo envió a Ucrania con el objetivo de fomentar el diálogo de paz entre Kiev y Moscú.
También fue creado y proclamado cardenal por el papa Francisco en el consistorio del 5 de octubre de 2019, con el título de “Sant’Egidio”.
Luis Antonio Tagle de Filipinas, tiene 67 años y comparte la visión sobre la justicia social de Bergoglio. El exarzobispo de Manila es crítico de las políticas represivas de su país, por ello, es considerado un “heredero natural del legado reformista”.
Algunos especialistas lo apodaron como “el Francisco asiático” debido a que defiende la encíclica medioambiental del papa Francisco, quien lo nombró pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización. En 2020 lo elevó a cardenal-obispo.
Candidatos con tendencia moderada
Peter Turkson tiene 76 años de edad y proviene de Ghana. Es exlíder del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, considerado un cardenal moderado y diplomático. Mantiene una línea de trabajo por la justicia económica y medio ambiente. Sin embargo, también mantiene posturas conservadoras en algunos temas sociales.
Pierbattista Pizzaballa es italiano y tiene 60 años. Es el patriarca latino de Jerusalén y durante su trayectoria lideró diálogos interreligiosos y asuntos humanitarios en Medio Oriente. Algunos analistas planean que su perfil es más pastoral que doctrinal.
Robert Sarah de Guinea tiene 79 años. El cardenal africano dedica su lucha en contra de las dictaduras en su continente. Sin embargo, en varias ocasiones se posicionó en contra de las propuestas de Francisco, como la bendición a las parejas homosexuales.
En 1979, con sólo 34 años, fue nombrado arzobispo en Conakry, convirtiéndose en el obispo más joven del mundo. Y, tiene experiencia al mediar en las dictaduras en el continente africano, el cual pasó de dos millones de católicos en 1900 a más de 230 millones en la actualidad.
Perfiles con tendencia opositora
Raymond Leo Burke de Estados Unidos tiene 76 años. Es uno de los cardenales más críticos de Francisco por considerarlo muy cercano a los pobres y se opuso a algunos de los cambios que propuso, como:
- Oportunidad de que parejas divorciadas y vueltas a casar reciban la eucaristía.
- Brindar espacio a la comunidad LGBT+.
Su visión litúrgica está centrada en una interpretación solemne del culto y destaca el deber del ser humano de rendir honor a “Dios”. Además, representa la opción de un retorno al modelo católico más ortodoxo y jerárquico.
Diversos medios y analistas lo identificaron como el “candidato del Trumpismo” dentro del cónclave.
Péter Erdö de Hungría, con 72 años, actualmente es el arzobispo de Budapest y fue presidente de la Conferencia Episcopal Europea. Rechazó la comunión para los divorciados o casados nuevamente.
Asimismo, considera abiertamente como “tráfico humano” el acto de recibir a refugiados que escapan de países en conflicto, con problemas climáticos o económicos.
Gerhard Ludwig Müller, alemán de 77 años, ocupó el cargo de prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe hasta 2017, la cual es fundamental para la Iglesia porque actúa como “Corte Suprema” en materia doctrinal.
Destacó como crítico de algunas de las reformas emprendidas por el papa Francisco, particularmente en relación con temas tratados en el Sínodo Extraordinario de Obispos sobre la Familia.
Willem Eijk, de 71 años, nació en los Países Bajos y es arzobispo de Utrecht. Desde 2015 representa a la Conferencia Episcopal de los Países Bajos en el Sínodo de Obispos sobre la Familia.
Antes del Sínodo, publicó un ensayo en el que afirmó que las parejas que se vuelven a casar por el civil sin haber recibido la anulación de matrimonios anteriores, representan una forma de adulterio estructurado e institucionalizado.
Fridolin Ambongo, de 72 años, es de la República Democrática del Congo. Lo consideran parte del bloque conservador dentro de la Iglesia Católica, especialmente en el ámbito africano a menudo descrito como “conservador papal”.
Como arzobispo de Kinshasa y presidente de la conferencia episcopal de África, es una figura influyente en el continente.
Te recomendamos: