El Coneval presentó los resultados de la medición de pobreza durante 2022 en México, que disminuyó entre 2018 y 2022.
Perla Miranda
Desde que era niño, Diego Mejía recorrió Ciudad Universitaria con su papá, de lunes a sábado para vender tacos de canasta y los domingos para jugar futbol, corretearse con sus hermanos o descansar en “Las Islas”. Ahí comenzó su sueño de convertirse en universitario.
En 2019 quiso presentar el examen de admisión para la UNAM, aunque trabajaba cuatro horas diarias en un cine el sueldo no fue suficiente para apoyar con los gastos de casa y costear el examen. En medio de la pandemia el cine cerró y Diego se quedó sin empleo, además la venta de tacos se vio afectada y con esto el mayor ingreso de su familia conformada por sus papás, dos hermanos menores y él.
A inicios de 2021 entró a trabajar a una tienda de conveniencia social, si bien la paga no rebasaba los 4 mil 500 pesos mensuales, ya tenía prestaciones de ley y algunos beneficios como caja de ahorro y bonos anuales. Para Diego, contar con este trabajo le ha ayudado no solo a darse de alta en el IMSS, generar antigüedad laboral y tener un sueldo fijo, sino que se ha convertido en la vía para cumplir su sueño de ser universitario.
“Siempre quise entrar a la universidad, pero ya tan solo hacer el examen es dinero que hacía falta, casi para terminar la prepa entré de medio tiempo a un cine pero la paga es por hora, y uno trata de armar sus horarios, pero tampoco pueden ser más de seis horas al día, ya que salí de la prepa entré al Oxxo, acá sí hay sueldo y prestaciones, las de ley, pero eso ya te hace un paro, a mí ya me ayudó a pagar el examen para la escuela y el horario no chocaba con mis clases, entonces voy a seguir en el trabajo y a estudiar”.
Resultados de Coneval
Ayer, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dio a conocer que entre 2020 y 2022 el porcentaje de la población en situación de pobreza pasó de 43.9% a 36.3%, de 55.7 millones de personas que en 2020 estaban en esta condición, para 2022 la cifra disminuyó a 46.8 millones y algunos factores que incidieron en estos datos son el aumento al salario mínimo, la creación de empleos formales y la recuperación económica tras la pandemia.
Diego asegura que él forma parte de la estadística, de esas 8.9 millones de personas que han salido del umbral de la pobreza en los últimos dos años, e inscrito en Ciencias de la Computación en la UNAM confía en que al concluir la licenciatura se podrá integrar a un mercado laboral más competitivo que no solo le garantice el acceso a una mejor calidad de vida a él, sino a sus papás y hermanos menores, de quienes busca ser un ejemplo.
“A mí me gustaría mucho ser programador de videojuegos como se lo llegué a decir a mis compañeros que era el sueño, pero también es pues conseguir un trabajo con el que pueda ayudar más a mi papá, para que mis hermanos sigan la secundaria y la prepa no tan limitados como yo estuve en su tiempo, que su beca no se tenga que usar en las cosas de la casa, no se preocupen por si falta algo, sino que la usen en sus estudios, libros, materiales que les pidan básicamente y pues que no pasen lo que yo que perdí tantos años para entrar a la carrera”.
Persisten carencias sociales
A pesar de que tanto la pobreza moderada, como la pobreza extrema disminuyeron entre 2020 y 2022, el Coneval resaltó que persisten las carencias sociales, particularmente la del acceso a la seguridad social, puesto que al menos la mitad de la población vive con esta carencia, así como 39.1% de personas que no tiene acceso a servicios de salud.
Es el caso de Hortensia García y su esposo Juan Romero, en plena pandemia él tuvo un accidente al maniobrar un gato hidráulico, como su empleo era informal tuvieron que destinar gran parte de sus ahorros a la atención médica y en “remedios caseros”, además Hortensia asumió como “jefa de familia”.
“Mi esposo se quedó sin trabajo, él trabajaba en un taller mecánico, pero se accidentó y pues ni seguro, ni nada, tardó un tiempo en caminar bien, le dolía la espalda y eso nos afectó mucho porque además con el covid no podíamos ni salir, yo trabajaba en una lavandería, pero bajaron los clientes y me quitaron sueldo, entré en la noche acá en el súper, como auxiliar, al principio no nos pagaban las horas extra, pero ya de hace un año para acá eso cambió, yo pude quedarme como cajera y como se ha ido ajustando el salario, sí he visto un aumento en lo que gano y me sirve para sacar los gastos de mi familia”.
Pero Hortensia no sólo sorteó el cuidado de su esposo, el trabajo en un supermercado y las tareas del hogar, sino que tras la partida de su hijo mayor y de su nuera a Estados Unidos se quedó a cargo de sus nietos de 8 y 12 años respectivamente.
Mejores condiciones de vida
Para apoyar con los gastos, Juan empezó a vender dulces frente a su casa y también ayuda con el cuidado de sus nietos, desde 2020 empezó los trámites para recibir la pensión universal de adultos mayores, pero no fue hasta inicios de este año cuando se convirtió en beneficiario, a pesar de la tardanza, Hortensia asegura que este programa social ha significado un “gran apoyo” para que su familia no viva al día.
“Mi esposo vende dulces, hasta que entré a trabajar y me dieron el IMSS pude darle el seguro a él y ya lo atendieron, pero luego no hay medicinas y como su problema es en la espalda, la medicina es cara, ahora sí que gracias a Dios este año ya le dieron su pensión del banco del bienestar y nos ha ayudado un montón porque con eso nos alcanza para su medicamento, para los útiles de los niños ahora sí que lo más importante es que mis niños estudien y encuentren mejores trabajos que nosotros”.
Acorde con el Coneval, los programas sociales han tenido un impacto en la reducción de la pobreza, pero un reto es que las transferencias económicas lleguen a la población más pobre y así contribuyan a que salgan de la pobreza moderada o extrema.
Diego y Hortensia están convencidos de que aún pueden tener un mejor seguro médico o un trabajo con más salario y prestaciones, pero al hacer memoria coinciden en que viven en mejores condiciones que cuando inició la pandemia por Covid-19 y esperan en unos años alcanzar un mayor nivel de bienestar.
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