La escritora, poeta y narradora Piedad Bonnett llega a México; en entrevista para IMER Noticias sobre su libro “La mujer incierta”.
Julián Vásquez
Existen muchas razones por las que llegamos a hacer aquello que amamos. En el caso de la poeta colombiana, Piedad Bonnett, su vínculo con la poesía llegó con la soledad.
IMER Noticias platicó con la escritora, poeta y narradora Piedad Bonnett durante su estancia en México.
La soledad: un peligro interior
Desde muy joven encontró en la escritura una manera de dar sentido a sus pensamientos e, incluso, como un acto de resistencia frente al dolor.
“A mi mamá yo no le parecía muy bonita. Entonces decidió darme gracia y entonces me enseñaron a recitar el arte abominable de la recitación. Luego cuando fui a un internado, la poesía se me convirtió como en una ayuda para la soledad. Era una niña yo muy desacomodada y que habían sacado, así como de su entorno como en una especie de castigo, ¿no? Y eso me abrió un camino de salvación de alguna manera.”
De visita en nuestro país, la ganadora del premio Princesa de Asturias de Poesía Iberoamericana 2024 platicó con IMER noticias acerca de su más reciente publicación “La mujer incierta”.
Es así que, reflexiona sobre su propia vida y la de otras mujeres, entre el matrimonio, la maternidad y los tabúes asociados a su cuerpo y la violencia de género.
“Empecé a escribir a instancias de la insatisfacción, empecé a escribir poesía. Y me enamoré locamente del género y escribía mucho, pero no le mostraba a nadie. Porque tenía miedo o tenía falta de fe. Entonces, trabajaba mucho, era madre, trabajaba mucho y escribía por las noches, hasta que empecé a mostrarle a la gente más cercana y en la universidad donde trabajaba la decana quiso inaugurar la editorial que estaba inédito que había ganado un premiecillo por ahí.”
Para ella, escribir poesía ha sido un salvavidas, un espacio de salvación personal en medio de un mundo desbordante y, a veces, cruel. Esto se refleja en “Lo terrible es el Borde”, antología editada por Libros Visor, que recoge sus 4 décadas de trabajo.
“Yo era una mamá muy conflictiva con la maternidad. Descubrí que fue que he sido siempre una persona con un trasfondo de digamos de ansiedad de algo que está perturbado allá abajo.”
La poesía de Bonnett adquirió un sentido aún más profundo tras la muerte de su hijo Daniel, quien padecía esquizofrenia y se suicidó a los 28 años.
Este dolor inabarcable fue plasmado en “Lo que no tiene nombre”, un libro de narrativa que aborda con honestidad y amor la devastación y necesidad de reconstruirse que deja una pérdida.
“A mí me ha sostenido sobre todo la poesía. La narrativa ha sido una cosa muy muy interesante en los años de mi madurez porque me he entregado a eso con gran pasión y es un terreno también de conocimiento importante. Pero la poesía te da una intensidad y una capacidad de expresar lo más hondo que no tiene la prosa.”
La autora colombiana hará una última parada en el país este 13 de marzo, cuando desde el Antiguo Colegio de San Ildefonso tenga una reunión completamente gratuita con sus lectoras y lectores.
#Conversatorio | Lo terrible es el borde, de Piedad Bonnet, editado por @visorlibrosmx
— Círculo de Poesía (@circulodepoesia) March 11, 2025
Un encuentro donde la poesía y la pintura se entrelazan para explorar la memoria, el arte como testimonio y el diálogo entre imagen y palabra. pic.twitter.com/wBgNPKKjxP
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