En 2019 se convirtió en la primera mujer latinoamericana en completar el reto de los 7 mares entre tiburones, medusas y aguas heladas
Juan Pablo Vilchis
La prueba más exigente de la natación en aguas abiertas ha sido superada por Nora Toledano, una mexicana que en 2019 se convirtió en la primera mujer latinoamericana en lograrlo.
Dicha prueba fue creada en 2008 y consiste en completar siete cruces de largas distancias nadando en canales de aguas abiertas alrededor del mundo, lo que le tomó a Nora varias décadas para hacerlo.
Esta hazaña solamente la han conseguido 21 personas en todo el mundo y Nora está entre una de ellas.
¿Qué es el nado en aguas abiertas?
Es un deporte en el que te aventuras a nadar a mar abierto, donde no se puede controlar el carril, la profundidad, ni la temperatura del agua o el ambiente. Se trata de adaptarse a estas circunstancias hasta llegar a la otra orilla.
Son trayectos largos en los que se hacen pausas cada cierto periodo de tiempo para que el nadador o la nadadora en 30 segundos se hidrate un poco y continúe.
Todo se realiza flotando en el agua. No está permitido tocar la embarcación o el kayak del equipo de arbitraje que los va acompañando en cada cruce y cuya misión es garantizar que se cumplan todos los protocolos y normas.
¿Cuáles son los cruces del reto que completó Nora?
Son siete los cruces que un nadador o nadadora debe realizar para completar este reto.
- Canal del norte: entre Irlanda y Escocia, con 34 km de distancia.
2. Estrecho de Cook: entre las Islas Norte y Sur de Nueva Zelanda, con 26 km de distancia.
3. Canal Moloka’i: entre Moloka’i y O’ahu (Hawai), con 44 km de distancia.
4. Canal de la Mancha: entre Inglaterra y Francia, con 34 km de distancia.
*Este fue el primer cruce del reto (que en ese entonces no existía, pero que igual le validaron) que Nora completó en 1994.
5. Canal de Catalina: entre Santa Catalina y Los Ángeles, con 32 km de distancia.
6. Estrecho de Tsugaru: entre Honshu y Hokkaido (Japón), con 20 km de distancia.
7. Estrecho de Gibraltar: entre España y Marruecos, con 16 km de distancia.
Este reto no tiene una limitación de tiempo, ni un orden determinado. Quien logra completar todos los cruces con éxito recibe el reconocimiento.
Las reglas de la Asociación Mundial de Natación en Aguas Abiertas son claras: el nado debe ser en solitario, los nadadores no son asistidos, apoyados o tocados por otros nadadores, botes, kayaks o tablas de remo, no deben usar trajes de neopreno (un material que proporciona aislamiento contra el frío) y deben continuar sin ayuda de principio a fin.
Lo que sí se les permite es nadar en paralelo, modalidad conocida como tándem, y fue esta estrategia la que llevó a Nora a dejar atrás su mayor miedo: los tiburones.
Derrotó miedos y consiguió victorias.
Fue así como Nora Toledano se aventuró al cruce del Canal de Catalina en California, EE.UU., en cuyas aguas habita el tiburón blanco —después de postergarlo por varios años debido a que se realizaba por la noche y la invadía el miedo de ser atacada por un tiburón—.
En 2016, una amiga le propuso hacer el cruce juntas, en modalidad de tándem. Nora aceptó y nadaron sin parar durante 12 horas y 25 minutos. De esta manera, la nadadora mexicana logró el cruce de tres canales en Europa y EE.UU.
Una vez superado su temor y con ganas de triunfar, Nora consiguió los cuatro cruces faltantes del reto durante los próximos tres años.
Apoyo, motivación y récord
Con la motivación de su hijo Max y el apoyo de su madre, quien la enseñó a nadar a los dos años e impulsó su carrera desde que la metió a clases de natación a los cuatro, la mexicana decidió ir por la penúltima prueba del reto en el 2018.
Escogió la ruta del Estrecho de Tsugaru, Japón, sin saber que ese sería el mejor nado de su carrera, ya que lo logró batiendo récord. Con el mar tranquilo y la corriente a su favor, cruzó los 30 km del estrecho en 6 horas y 20 minutos, imponiendo así, un nuevo tiempo para las mujeres.
En una charla para BBC Mundo, Nora le atribuye este logro al plus que le provocó el hecho de ver a su madre y a su hijo en la embarcación de acompañamiento. Max tuvo que esperar —por normas— hasta los 18 años para ver a su madre triunfar en unas aguas a 16 grados, entre neblina y lloviznando.
Un año después, en el Estrecho de Cook, Nueva Zelanda, completó su reto de los siete mares, logrando la hazaña para las mujeres latinas.
Hoy en día, a sus 52 años de edad, después de cruzar seis veces el Canal de la Mancha, completar un triatlón, criar un hijo, escribir un libro y estudiar biología, Nora dedica su tiempo a ser entrenadora profesional.
Dos de sus alumnos ya han conseguido el reto de los siete mares.
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