Claudia Sheinbaum cumple un año como presidenta con “A”, con avances en género y liderazgo propio, pero retos en seguridad y justicia.
Escucha la entrevista con Andrea Samaniego, académica de la FCPyS de la UNAM y Raquel Navarro, jefa del Posgrado en Historia y Etnohistoria de la ENAH.
Jessica Hernández
En el programa EntreLíneas, conducido por Adriana Esthela Flores, se llevó a cabo una mesa de análisis con la participación de Andrea Samaniego, académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, y Raquel Navarro, jefa del Posgrado en Historia y Etnohistoria de la ENAH, para evaluar el primer año de gestión de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Las especialistas destacaron que la llegada de Sheinbaum marcó un cambio histórico y simbólico, al convertirse en la primera mujer en encabezar el Poder Ejecutivo Federal. Desde su toma de protesta, cuando se definió como “presidenta con A”, puso sobre la mesa la importancia de nombrar y visibilizar la presencia de las mujeres en los espacios de poder.
Andrea Samaniego subrayó que este gesto no fue menor:
“Si no se nombra, no existe. Decir presidenta es reconocer que una mujer ocupa ese lugar de decisión y abre la posibilidad a que otras lo hagan en el futuro”.
Por su parte, Raquel Navarro resaltó que, a un año, Sheinbaum ha mostrado independencia política y ha consolidado su propio perfil como mandataria, alejándose de la sombra de su antecesor:
“Hace un año muchos la veían como alguien que no tendría una agenda propia. Hoy es una líder reconocida, con niveles de aprobación que superan los de López Obrador en su primer año”.
Avances y políticas de género
Durante el diálogo se resaltaron programas como el Sistema Nacional de Cuidados, la tarjeta del bienestar para mujeres mayores de 60 años y el fortalecimiento de la Secretaría de las Mujeres, así como políticas que buscan incluir a sectores históricamente marginados, como migrantes, indígenas y trabajadoras del campo.
Raquel Navarro destacó además que Sheinbaum ha logrado construir una agenda propia y consolidar liderazgo, con niveles de aprobación incluso superiores a los de López Obrador en su primer año.
Retos pendientes
A pesar de los avances, las especialistas señalaron que persisten desafíos urgentes:
- La violencia de género, con un promedio de 11 feminicidios diarios, sigue siendo una deuda urgente.
- La seguridad y la corrupción son las principales preocupaciones ciudadanas que aún demandan resultados.
- En materia de salud, persiste la necesidad de consolidar un sistema eficiente tras las fallas heredadas de la administración anterior.
El peso simbólico de tener una mujer al frente del país en un entorno profundamente machista fue otro de los puntos centrales del diálogo. Para Navarro, la figura de Sheinbaum inspira a las niñas a imaginarse en espacios de poder que antes parecían lejanos:
“Hoy ellas ya no se lo cuestionan: saben que pueden ser presidentas”.
El balance, coincidieron, es de claros avances en materia de representación y en la apertura de políticas de género, pero con pendientes estructurales en seguridad, justicia y aplicación efectiva de programas.
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