La iraní Mahsa Ghorbani dejó su país tras recibir amenazas por ser designada para formar parte del cuerpo arbitral en un partido de futbol varonil.
Irma Cuevas
La silbante iraní Mahsa Ghorbani dejó su país tras recibir amenazas por ser designada para formar parte del cuerpo arbitral en un partido de futbol varonil.
A principios de marzo se anunció que Ghorbani iba a ser la primera mujer en formar parte de un equipo de arbitraje en un partido de futbol masculino en Irán, participando en el VAR.
A través de una entrevista en el diario Hammihan, confirmó que tuvo que salir de su país para exiliarse en Europa.
“Al principio, me pidieron educadamente que me retirara del partido. Luego me pidieron que escribiera una carta diciendo que no estaba mental ni emocionalmente en condiciones para arbitrar. Después de eso, me pidieron que me sentara frente a una cámara y dijera que estaba enferma y que no podía arbitrar.”
Agregó que recibió mensajes que sería atacada con ácido, si se presentaba al juego entre Esteghlal y el Persépolis.
En 2019, la República Islámica de Irán no permitió la asistencia de mujeres a los estadios. La FIFA intervino y se permitió la entrada a 3500 mujeres para el partido entre Irán y Camboya.
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