México es el primer lugar de piratería en América Latina; afecta a los consumidores, la cadena de proveduría y al gobierno.
Jessica Martínez
Lo barato sale caro. Detrás de los bajos precios en los que comercializan los productos pirata en el mercado mexicano, emana el costo de la ilegalidad con impactos negativos para la población y la economía local.
Si bien, la piratería es una práctica común que opera a plena luz del día, su costo absorbe industrias, empleos y potenciales ingresos tributarios. Asimismo, arriesga la vida de quienes adquieren este tipo de mercancías, ya que, los productos no pasan por la supervisión de ninguna autoridad que garantice que se cumplen los mínimos estándares de calidad y seguridad.
El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), definió la “piratería” como una acción ilegal en la que se hace una copia de menor calidad y costo de un producto que constituye una violación a la propiedad intelectual.
Importación de contrabando
Carlos Alberto Bautista Pérez, especialista de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, explicó que el ingreso de productos piratas al país se da por medio del contrabando. Lo anterior porque para importar una mercancía del extranjero de manera legal es necesario un contrato de licencia de marca.
En este caso, los productos pirata no cuentan con este aval, no retribuyen las ganancias correspondientes al creador y carecen de normas de seguridad:
“Una mercancía está protegida por una marca que asegura un proceso de calidad, es decir, va a ser una mercancía que ha comprobado que cumple con todos los estándares de seguridad. Por ejemplo, cuando una persona va a una tienda y compra un cargador para teléfono celular, puede estar completamente seguro que ese tipo de aparato, llegó y cumplió con la Norma Oficial Mexicana. Por lo tanto, sí va a funcionar.
Pero si una persona llega y compra con vendedores ambulantes, inclusive vendedores del Metro que llegan a vender esta clase de cargadores para teléfonos celulares en precios de apenas 10 pesos, es muy seguro que no cumpla con los requisitos de seguridad. Y este tipo de mercancías pueden ocasionar incendios o al menos llegar a dañar el propio aparato que estamos conectándolo porque no cumple con nada de seguridad”.
Cada tipo de mercancía pirata tiene sus riesgos, pero en el caso de productos de belleza, medicamentos, bebidas alcohólicas o tabaco, exponen la salud de quienes lo adquieren en el mercado a bajo costo:
“Estos cosméticos tienen que tener en su mayor parte origen vegetal. ¿Por qué? porque por ejemplo, el caso del lápiz labial, lo tienen en sus labios, prácticamente se lo tienen que llegar a comer, por así llamarlo, por lo tanto tiene que ser completamente comestible. Los productos que son piratas o inclusive sin marca, genéricos, prácticamente pueden tener cosas más baratas, como el caso de hidrocarburos, es decir, plásticos, así tal cual.
Y esto puede poner en peligro la vida de las personas que con el paso del tiempo les pueden llegar a dar infecciones en la piel. También todo este tipo de plásticos en pequeño, van a dar directamente al organismo. En este caso, es afectación a los riñones, al hígado y otros órganos precisamente por utilizar esta clase de productos que no cumplen con ningún tipo de calidad”.
Productos pirata afectan al original y al gobierno
En otras ocasiones, agregó el académico, la suplantación de productos originales por piratas desprestigia las marcas. En consecuencia, afecta a toda la cadena de proveeduría:
“Si una persona llega y se compra unos tenis Adidas pirata, es muy probable que prácticamente no le dure mucho tiempo. Se puede llegar a romper o a despintar. ¿Qué dice el propio usuario? ‘Ah, es que la mercancía no es buena’.
Por lo tanto, ya no va a comprar mercancías originales de esa marca, presuponiendo que no son de buena calidad y eso prácticamente le afecta no solamente al productor de esa mercancía, sino también al propio exportador que lo envió para acá y al propio importador mexicano que legalmente pagó impuestos para tener esa mercancía, y ya casi no se vendería. ¿Y por qué no? porque ya tuvo mala fama. Pero, ¿a qué se debe? al producto pirata, no al producto original”.
Adicional a los daños de las industrias nacionales y a los consumidores, la venta de productos pirata supone una fuga de potenciales ingresos tributarios para las arcas del gobierno:
“Cuando una mercancía es importada legalmente, aparte del Impuesto General de Importación (IGI), también se tiene que pagar el Derecho de Tramitado Aduanero (DTA). En su caso también el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) y el IVA correspondiente.
Cuando una mercancía llega por contrabando, prácticamente no paga ningún impuesto y eso le afecta directamente a Hacienda pública porque no recauda esos impuestos, y también le afecta al productor de esta clase de mercancía, ya sea nacional o extranjero”.
¿Cuáles son los productos pirata más vendidos?
De acuerdo con datos del IMPI, los productos pirata más consumidos son:
- Prendas de vestir (26.3%).
- Calzado (26.3%).
- Accesorios de vestir (24.7%).
- Películas y series (15.3%).
- Música (13.8%).
- Eventos (10.2%).
Edgardo Flores, vicepresidente nacional de Seguridad de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), señaló que además del costo económico de la piratería, esta actividad ilícita estigmatiza la imagen de México como un lugar en el que predomina la corrupción:
“¿En qué impacta en México? Representa el 1.25% del PIB nacional. México es el cuarto lugar mundial y el primero en América Latina en materia de piratería y contrabando. Es el segundo delito más preocupante después del narcotráfico en México, y esto es una cuestión sumamente grave porque se da tras el consumo de productos piratas.
42 millones de mexicanos, el 81% de la población adulta, han consumido productos de piratería o contrabando en algún momento de su vida, y esto nos coloca en una situación realmente vergonzosa porque no concibes el fenómeno, sino es una dosis de corrupción”.
Por su parte, Santiago Nieto Castillo, director general del IMPI, expuso que detrás del fenómeno de la piratería, hay toda una transformación de los grupos delincuenciales:
“Hay que entender que la delincuencia organizada ha modificado sus parámetros de comportamiento, ya no solamente se trata el tráfico de armas, el tráfico de drogas, sino que grupos la delincuencia organizada, entre otras cosas, se dedican a la extorsión, secuestro, piratería y contrabando.
Por ello, hay que concientizar a la sociedad de que no se trata de familias de escasos recursos que recurren a esto, a la piratería, sino se trata de organismos de carácter supranacional, grupos delincuenciales muy bien estratificados”.
“Operativo limpieza”
Ante este panorama, el IMPI en colaboración con la Secretaría de Economía dieron el banderazo de salida al “Operativo limpieza“. El objetivo fue impulsar acciones para combatir la piratería e ir detrás de quienes estén involucrados en esta práctica ilegal:
“Hay agentes aduanales que se encargan de introducir los contenedores, particularmente, de barcos provenientes de Asia. Insisto de China particularmente en las aduanas de Ensenada, Manzanillo y Lázaro Cárdenas, que tienen un alto nivel de porosidad.
Nosotros vamos a seguir la ruta de qué agencias aduanales son las que están introduciendo estos contenedores fantasma en el sentido de que no están pagando los impuestos correspondientes o simple y sencillamente se trata de una práctica de contrabando. Hay que recordar que cualquier introducción al país de manera fraudulenta para evitar el pago de impuestos es considerado la figura penal del contrabando”.
El funcionario federal adelantó que cuentan con información estratégica y geográficamente localizada para combatir la piratería:
“Tenemos una problemática grave, sobre todo, en productos de alcohol, medicinas, tabaco y productos de belleza que pueden generar afectaciones a la salud de las personas, inclusive la muerte. Por ello, vamos a mantener esta política de los puntos neurálgicos donde sabemos que se está produciendo alcohol pirata. Por ejemplo, en Oaxaca nos han presentado denuncias respecto a la alteración del mezcal.
Tenemos datos de medicamentos en Jalisco, y bueno, vamos a estar actuando en consecuencia a partir de nuestras facultades, que es la visita de inspección, el aseguramiento de bienes y destrucción, y por supuesto, la presentación de las denuncias y seguimiento correspondiente ante la fiscalías, tanto General de la República como locales”.
El director general del IMPI añadió que estas acciones —que protegen a las industrias y consumidores nacionales— cumplen con acuerdos comerciales internacionales:
“Hay una estrategia del gobierno federal en mexicano en combatir las redes de delincuencia que están vinculadas con la piratería y con el contrabando. Esto es un tema central, es el cumplimiento de las obligaciones que tiene el Estado mexicano, particularmente con los tratados de libre comercio con la Unión Europea y con Estados Unidos y Canadá, y es un punto para nosotros fundamental continuar con esta política de combate a estos grupos delictivos porque no solamente se trata del delito de piratería y el contrabando, sino la afectación a la economía nacional”.
Para identificar los productos pirata, el instituto puntualizó tres características clave:
- Baja calidad de material, pese a tener logotipos y etiquetas de una marca.
- Precio más barato que en otros lugares.
- Disponibilidad en lugares informales, tales como los tianguis, puestos ubicados en las calles o el transporte público.
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