Capitalinos acudieron a una misa en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México para dar el último adiós al papa Francisco
Natalia Matamoros
Las campanadas de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México comenzaron a sonar para dar aviso al inicio a la Misa Exequial en memoria del papa Francisco.
Más que un acto litúrgico, fue un homenaje, el recordatorio de un hombre que rompió con los patrones conservadores de la Iglesia.
Un papa que más allá de ser el representante de la Iglesia Católica, fue un amigo cercano con un corazón humilde, dispuesto a escuchar a todos.
Mientras sonaban las campanas, los feligreses se agruparon para ingresar al templo y ubicar puestos cercanos al altar mayor.
Querían presenciar en las primeras filas este homenaje. Caminaban en silencio en señal de luto y tristeza por el gran vacío que dejó Francisco.
Con fotografías y rosarios dijeron adiós a Francisco
Algunos portaban rosarios, mientras que otros llevaban consigo fotografías del Papa en vida y también hubo quienes llevaban la imagen de la Divina Misericordia.
En las columnas de una iglesia, impregnada de un ambiente de sobriedad y recogimiento, había pantallas que mostraban las imágenes del funeral de Francisco en Roma.
También, había fragmentos de sus discursos más emotivos. No hubo decorados ostentosos, arreglos florales en respeto a la memoria de un Papa alejado de los lujos y cercano a las cosas más sencillas.
Al ver la proyección, María Leticia Marcano no pudo contener las lágrimas y se refirió al vacío que deja y el gran ejemplo de amor y calidad humana que el Papa dio a sus seguidores.
Entre los asistentes se encontraban las y los voluntarios de la Casa María Inmaculada, vestidos de blanco con estola azul.
Ellos acompañaron en silencio los rezos previos a la homilía.
La homilía se convirtió en un mosaico de recuerdos y enseñanzas del líder católico.
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Francisco visitó México en 2016, se solidarizó con migrantes
Monseñor Francisco Javier Acero Pérez, rememoró los momentos más emblemáticos de su visita a México en el año 2016.
Esa ocasión, manifestó su apoyo a los migrantes, oró en silencio ante la Virgen de Guadalupe y elevó plegarias de solidaridad con las madres buscadoras.
Rememoró aquellas palabras que dijo ante una multitud: México es un país joven y lleno de oportunidades.
En aquel entonces, el papa también hizo un llamado a actuar con rapidez para mitigar la crisis ambiental
Mientras sonaban los acordes y el coro de la Iglesia, Monseñor oraba ante una fotografía gigantesca de Francisco ubicada a un lado del altar.
Allí, destacó su cercanía con los grupos menos favorecidos y rechazados.
Piden que legado de Francisco perdure
Al término de la misa, María del Carmen Camargo hizo votos para que el legado de Francisco perdure y por una sociedad más unida, más conciliadora y sencilla.
Ese es el sentimiento de muchos en su marcha lenta y cabizbaja que los conducía a la salida del templo, apuestan porque mantener viva su herencia de compasión, justicia y esperanza.
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