El cine nacional de los Estudios Churubusco mantiene viva la esencia del Cine de Oro mexicano al resguardar y restaurar escenas, películas y figuras emblemáticas como Pedro Infante, María Félix y Ninón Sevilla. Entre proyectores y laboratorios especializados, este recinto histórico conserva la memoria de una época que colocó a México en el mapa cinematográfico mundial, asegurando que su magia llegue a las nuevas generaciones.
Con la producción de Alberto Palomino.
Laura Velarde
De las motos de Pedro Infante a los bailes de Ninón Sevilla, del encanto de María Félix a los diálogos pícaros de Mecánica Nacional, el Cine de Oro mexicano sigue vivo en los Estudios Churubusco. Allí, entre proyectores y laboratorios de restauración, se preserva la memoria de películas y artistas que colocaron a México en el mapa mundial, asegurando que la magia de cada fotograma siga latiendo para nuevas generaciones.
Estudios Churubusco en el mapa nacional
“En las películas de Pedro Infante, el tanque amarillo, esas son tomadas de aquí. Entonces, al ubicarnos nosotros en ese punto la cámara toma para acá y alcanza a salir nuestro pozo de agua, nuestro espacio de contenedor y almacenamiento del agua que nos alimenta todo nuestro dichoso gusto.”
Aquel andar en motocicleta de Pedro Infante y Luis Aguilar.
Los diálogos pícaros en Mecánica Nacional.
Los rostros de María Félix y Dolores del Río, que se volvieron inmortales.
La danza sensual de Ninón Sevilla en Aventurera.
Estas escenas clásicas del cine de oro mexicano dejan en claro que esos años fueron más que una época: fue un fenómeno cultural que colocó a México en el mapa del cine mundial. A finales de los años cuarenta y durante toda la década de los cincuenta, películas como Aventurera, El Rey del Barrio, A toda máquina y Dos tipos de cuidado llenaban las salas. Mientras, Pedro Infante, Jorge Negrete, Tin Tan, María Félix y Dolores del Río se convertían en símbolos de esperanza, alegría y nostalgia para millones de espectadores.
"Entonces es lo que más me ha gustado, que mucha gente joven redescubre nuestro cine" 🎬
— Estudios Churubusco Azteca (@Est_Churubusco) November 20, 2025
Hoy, nuestros asistentes más recurrentes de la Muestra de cine: "Las inolvidables de Estudios Churubusco", nos comparten su experiencia y lo que más les ha gustado de las proyecciones 🙌 pic.twitter.com/H2ilLVhK9q
En ese tiempo, la producción nacional alcanzó cifras récord: en 1949 se filmaron 108 películas, un nivel histórico en América Latina, abarcando géneros que iban desde el drama social hasta la comedia, pasando por el melodrama romántico y la música ranchera. Esta etapa de bonanza cinematográfica coincidió con la salida temporal de Europa y Estados Unidos de la industria, debido a la posguerra y la recesión económica, lo que permitió que México se convirtiera en un oasis de creatividad y talento.
Herencia que se mantiene viva
Los Estudios Churubusco fueron testigos de esta época dorada, albergando filmes que hoy son patrimonio: Macario de Roberto Gavaldón, Los Olvidados, El Ángel Exterminador y El joven aquel de Luis Buñuel, así como La mujer del puerto, entre otros. Cada proyector, cada cabina y cada pasillo de los estudios conserva la memoria de directores, actores y técnicos que hicieron del cine mexicano un referente internacional.
Ya en los años dos mil, películas como Amores perros, El Infierno o El crimen del padre Amaro continuaron utilizando los foros y escenarios de los Estudios, mostrando la continuidad del legado cinematográfico.
Estudios Churubusco (@Est_Churubusco) celebra 80 años de materializar historias y ser la casa del cine mexicano. 🇲🇽🎬
— Cineteca Nacional (@CinetecaMexico) October 26, 2025
Como parte de la celebración, te presentamos en Cineteca Nacional México, un pequeño recorrido por la historia de quienes hacen posible la magia tras las… pic.twitter.com/iA43CnDWcb
Hoy, esa herencia se mantiene viva gracias a labores de preservación y restauración. En el área de Servicios Digitales, Arturo Pintor y su equipo se encargan de rescatar clásicos como Perfume de violetas, Danzón y La mujer del puerto, devolviéndoles su brillo, color y sonido, y permitiendo que nuevas generaciones disfruten de la magia que hizo grande al Cine de Oro.
“También ya me toca proyectarle a directores como Felipe Casals, Arturo Ripstein, Gabriel Retes, María Novaro, o sea, de estos directores que hicieron toda esta historia del cine en México me tocó proyectarles justo en esta sala. Recuerdo mucho una película que cuando yo entré justo ya a trabajar a proyección, Piedras Verdes, pero una que también recuerdo muchísimo es Amar te duele y bueno, es una lista larga.
Eso es cuando estaba en proyección y la verdad es que ahorita no recuerdo todos los nombres, pero también en esta parte de del proceso digital que hemos hecho restauraciones de película. Hemos restaurado perfumes de violetas, Danzón de Mariano Varó, La mujer del puerto, de Arturo Ripstein, Casals también y también películas nuevas como Chico grande, como Las vueltas de Citrillo con Felipe Casals. Hemos trabajado algunas restauraciones que de películas que la verdad es que han quedado maravillosas. Ojalá se pudieran después ver todas esas películas proyectadas.”
Cada fotograma restaurado es un pedazo de historia que vuelve a cobrar vida. Entre cabinas, proyectores y laboratorios, los Estudios Churubusco siguen cumpliendo su misión: mantener viva la memoria del cine mexicano, tender puentes entre pasado y futuro, y recordarnos que las historias filmadas nunca mueren; solo esperan ser contadas una vez más.
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