Un grupo de piratas informáticos desconectó y robó información sensible sobre los oleoductos que transportan más de 2.5 millones de barriles de diversos combustibles por día.
Redacción IMER Noticias
El gobierno de Estados Unidos declaró un estado de emergencia regional tras un ciberataque a la mayor red de oleoductos del país, que la dejó inactiva desde la noche del viernes pasado.
La Casa Blanca informó que se aplican medidas para mitigar un eventual problema de suministro.
Por su parte, expertos en el sector consideraron que es poco probable que el ataque afecte los precios de la gasolina, a menos que el cierre se prolongue por más de seis días.
Los oleoductos, operados por Colonial Pipeline, con sede en Georgia, transportan gasolina y otros combustibles desde Texas hasta el noreste. Entregan aproximadamente el 45 por ciento del combustible consumido en la costa este, según la compañía.
El intento de extorsión cibernética que obligó al cierre de los oleoductos fue llevado a cabo por una banda criminal conocida como DarkSide que usa una imagen de Robin Hood de robar a corporaciones y dar una parte a la caridad, según información de investagadores cercanos al caso.
La secretaria de Comercio, Gina Raimondo, dijo que los ataques de secuestro de datos (ransomware) son “de lo que ahora tienen que preocuparse las empresas” y que trabajará “muy enérgicamente” con el Departamento de Seguridad Nacional para abordar el problema, calificándolo de máxima prioridad para la administración.
“Desafortunadamente, este tipo de ataques se están volviendo más frecuentes”, “Tenemos que trabajar en asociación con las empresas para proteger las redes y defendernos de estos ataques”.
Según Digital Shadows, una empresa de ciberseguridad con sede en Londres que rastrea a los ciberdelincuentes globales, el ciberataque se produjo porque los hackers encontraron cómo filtrarse al sistema por el alto número de ingenieros que acceden de forma remota a los sistemas de control del oleoducto.
La investigación inicial de Digital Shadows sugiere que los hackers tienen su sede probablemente en un país de habla rusa.
Hasta ahora Estados Unidos no ha sufrido ningún ciberataque grave en su infraestructura crítica, los funcionarios dicen que se sabe que los piratas informáticos rusos en particular se han infiltrado en algunos sectores cruciales, posicionándose para causar daños si estallara un conflicto armado.
El pasado mes de abril, autoridades estadunidenses sancionaron a Rusia por supuestamente hackear los sistemas de agencias gubernamentales y corporaciones.
Los piratas informáticos iraníes también han sido agresivos al tratar de obtener acceso a servicios públicos, fábricas e instalaciones de petróleo y gas. En un caso en 2013, irrumpieron en el sistema de control de una presa de Estados Unidos.