Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia recuperaron una vasija estilo Chocholá, grabada con un texto jeroglífico, durante las labores de salvamento arqueológico en obras del Tren Maya, en Yucatán.
EL ANDAMIO
Este tipo de alfarería data de finales del periodo Clásico Temprano al Clásico Tardío entre los años 600 y 800 después de nuestra era, atribuido a la zona de Oxkintok, región que se ha propuesto como el área de producción de este estilo de piezas. Son vasijas con amplia presencia en el norte de Yucatán, pero cuya mayoría registrada procede de colecciones privadas como producto del saqueo y el comercio ilícito, sin que se conozca el contexto cultural arqueológico de procedencia, de ahí la relevancia de esta pieza recuperada.
Las vasijas Chocholá se caracterizan por presentar texto jeroglífico, aunque pueden o no presentar escenas iconográficas. Por lo general, la escritura en aquellas que lo llevan trata de una Secuencia Primaria Estándar o frase dedicatoria, la cual describe al objeto y menciona al propietario y el posible contenido.
El estilo de vasijas Chocholá, fue nombrado así por el arqueólogo y epigrafista estadounidense Michel D. Coe, en su libro “The maya scribe and his world”, debido a que la mayoría de las piezas presentadas en dicho catálogo habían sido adquiridas en la zona de Chocholá, por parte de los coleccionistas.
De acuerdo con el estudio epigráfico del especialista, el texto grabado en la vasija es una Secuencia Primaria Estándar o frase dedicatoria. Consiste en cinco cartuchos glíficos, los cuales son leídos así: “Es su taza”, “su vaso”, “para su afrutado”, “cacao fresco o nuevo” o “del Sajal”.