Aunque la detención domiciliaria al expresidente colombiano Álvaro Uribe es por manipulación de testigos, el problema de fondo es si colaboró con uno de los grupos paramilitares más asesinos de la década de los noventas, de acuerdo con Francisco Gutiérrez Sanín, profesor de la Universidad Nacional de Colombia.
Colombia está viviendo una situación sin precedentes. Álvaro Uribe Vélez es el primer presidente elegido por la vía democrática que enfrenta a la justicia de ese nación. Este hecho podría significar una liberación de la olla de presión en que se encuentran los Acuerdos de Paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Para explicar el contexto en que sucede la detención domiciliaria a Uribe y el trasfondo de la investigación en su contra, Francisco Gutiérrez Sanín, politólogo y profesor de la Universidad Nacional de Colombia dio una entrevista en la Tercera Emisión de IMER Noticias.
Uribe Vélez gobernó Colombia de 2002 a 2010. A la fecha, tiene una figura dominante en el sistema político de aquel país, porque tras su presidencia continuó activo y ocupó un escaño como senador a partir de 2014. Sin embargo, de acuerdo con el académico, en los últimos años desgastó su figura y actualmente es uno de los funcionarios más desprestigiados.
Muestra de ello es que los uribistas esperaban protestas masivas en las calles tras la decisión de la Corte Suprema de Justicia de privar de su libertad al expresidente, pero nada de eso ocurrió.
Es la segunda vez que la justicia colombiana toma una decisión fuerte contra el exmandatario. La primera se remonta a 2009, cuando la Corte Constitucional decidió que no se podía volver a presentar a reelección. Para Gutiérrez, estas acciones dan “muestra de los pesos y contrapesos” de su país.
Uribe ya tenía varios expedientes judiciales abiertos cuando la corte suprema decidió proceder contra él por manipulación de testigos, en particular el testimonio de un supuesto exparamilitar que lo vincula con esos grupos.
El politólogo explicó que en el fondo hay un debate sobre si Uribe colaboraba con el “Bloque Rojo”, uno de los grupos paramilitares más asesinos de los noventas en Antioquia, departamento que él gobernó por aquella época.
La decisión de la corte ocurre en un contexto de inestabilidad en el Proceso de Paz con las FARC. El expresidente gastó su “capital político para desestabilizar el proceso de pacificación y lo logró plenamente” dijo Gutiérrez.
Pero la detención de Uribe alivia la presión sobre ese acuerdo y podría beneficiar la búsqueda de paz en Colombia.