El trabajo que realizan los periodistas permite visibilizar los problemas que las personas enfrentan durante la pandemia, sin embargo hay limitaciones que todavía faltan por revertir.
Los periodistas también han aprendido durante la pandemia por la COVID-19 y tuvieron que cambiar sus dinámicas, desde cómo cuidarse para salir a reportear hasta cómo cubrir la emergencia. Sin embargo, todavía falta buscar, explicar y dar voz a los afectados, consideraron los reporteros Daniela Pastrana y Daniel Blancas.
Pastrana, directora de Pie de Página, y Blancas, reportero de investigaciones especiales de La Crónica, dieron cuenta de este proceso en una mesa de análisis de la Tercera Emisión de IMER Noticias. Ambos concordaron en que desde el periodismo se ha podido dar voz a los afectados y recordar los problemas que enfrentaban desde antes del nuevo coronavirus.
Desde su experiencia al frente de un portal periodístico, Pastrana comentó que ella y su equipo tuvieron que aprender cómo cuidarse y a pensar cómo hacer una cobertura que le permita a las personas entender todas las complejidades de la pandemia, por ejemplo el funcionamiento de los virus, las pandemias, y el impacto en la gente.
Desde el inicio, tomaron la decisión editorial de mostrar qué implicaba la pandemia en una sociedad desigual como la mexicana, porque no se vive igual la emergencia sanitaria en Polanco que en Iztapalapa.
En el caso de Blancas, que ha realizado crónicas en lugares donde hay contagios, consideró que la principal dificultad para los periodistas es el peligro de contagiarse. Él mismo contrajo la enfermedad cuando realizaba un trabajo sobre hacinamiento.
Una de las carencias que identifican en el trabajo periodístico de la pandemia es la falta de explicación científica del nuevo coronavirus. En las coberturas se privilegian las declaraciones, polarización política o tendencias y poco se aporta al entendimiento del virus.
“Ha faltado buscar más, explicar más, no quedarnos con declaraciones como si se tratara de cualquier tema cuando no lo es, es una enfermedad que ha detenido la economía del mundo”, comentó la periodista. En ese sentido, La emergencia ha significado para algunos periodistas una lección de humildad, porque en ocasiones la audiencia les señala errores y ellos deben corregir.
Para Blancas también es valioso darle voz a las personas que sufren la pandemia y ya tenían otras carencias antes. Una situación en la que concuerda su colega, quien dice que hace falta más empatía de los medios con las desesperación que vive la gente ante la emergencia.
A pesar de las deficiencias en la cobertura periodística de la COVID-19, ambos reconocen que sí existen esfuerzos de algunos colegas para aportar algo a la gente con su trabajo.