En fechas recientes, el EZLN implementó la no propiedad de la tierra entre sus integrantes.
Escucha la entrevista con Marta Durán De Huerta, socióloga, periodista y profesora universitaria.
IMER Noticias
Las comunidades zapatistas celebraron los 30 años de su levantamiento, en medio de la guerra entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa, reflexionó Marta Durán De Huerta, socióloga, periodista y profesora universitaria, en la Primera Emisión de IMER Noticias con Alberto Nájar.
A propósito de su libro Conversación en la Montaña. A treinta años del levantamiento zapatista, recordó que los zapatistas se levantaron en 1994 contra la desigualdad, el racismo, contra la explotación, el saqueo de sus recursos naturales y por una autonomía.
“Se levantaron en armas para hacer un llamado de atención y ellos mismos crearon sus instituciones para impartición de justicia, para salud, es algo muy sencillo, diría, hasta artesanal, pero lo han hecho”.
Sin embargo, cuando lograron estos avances llega la guerra entre los cárteles y “lo que hicieron fue replegarse. Cerraron las Juntas del Buen Gobierno, cerraron Los Caracoles y se reestructuraron y se están alejando de la zona de guerra”.
Actualmente “Chiapas está en una crisis tremenda” por los desplazamientos forzados por la violencia, el crimen organizado, las desapariciones, las fosas clandestinas y la violencia, destacó Durán De Huerta.
Resaltó que el EZLN fue un movimiento estabilizador de algunas regiones, porque ellos nunca pactaron con el narco ni permitieron el financiamiento mediante acciones ilícitas, a pesar de estar siempre asolados por grupos paramilitares.
¿Qué capacidad tiene el EZLN de salir adelante de este escenario?
Militarmente no se desconocen sus alcances, sin embargo, la autora señaló que tienen una organización impresionante con la que han ganado una gran parte de territorio “porque ofrecieron soluciones que ninguna autoridad del gobierno pudo ni ofrecer ni resolver”.
“Van a salir avante, sí van a salir avante. ¿De qué manera? No lo sé, porque es una situación totalmente nueva”.
La autora de uno de los primeros libros del movimiento zapatista, al que conoce desde las entrañas, refirió que el EZLN sembró una semilla que ha sido inspiración de muchas otras organizaciones.
“Sembraron una semilla que está germinando. El zapatismo es como un río subterráneo que alimenta las raíces de muchos otros movimientos, no solamente chiapanecos, y no solamente indígenas y campesinos”.
Finalmente, reveló que una de las últimas acciones implementadas por el EZLN, que da revés a uno de los grandes problemas comunitarios que fueron el origen conflictos entre comunidades, fue implementar la no propiedad de la tierra entre sus integrantes.
“Y el último cambio que hicieron es que de toda la tierra bajo el control zapatista… decidieron que no haya propietarios”, es decir, pueden trabajar la tierra sin adjudicarse la propiedad, al ser tierras comunitarias.
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