Con velada contra la violencia feminicida, inicia la jornada del 8M en la CDMX

Mujeres de distintas partes del país, que portan playeras con los rostros de sus hijas, hermanas, madres o amigas, viajaron a la CDMX para demandar a las autoridades que atiendan sus casos.

Jennifer Olvera

 

Desde el Zócalo capitalino y en el marco del 8M, diversas colectivas llevaron a cabo una velada contra la violencia feminicida en México.

 

Alrededor de las ocho de la noche de este 7 de marzo, comenzaron a colocar en la explanada del Zócalo flores, cruces de madera, cientos de velas y mantas con los nombres y rostros de mujeres desaparecidas y víctimas de feminicidio.

 

Adriana Gómez Martínez, madre víctima de feminicidio, exige justicia para su hija Guadalupe Rin Gómez, asesinada en 2020 en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, a los 13 años de edad.

 

“Cuando mataron a mi hija lo primero que fue es culpabilizarnos, criminalizarnos y hasta a mi hija la acusaron de su propio feminicidio. La Fiscalía rasca un pasado y lo saca para ya nosotros dejar de investigar y decir, nos señalan, ‘ya señora deje de investigar, su hija se mató y todo’. Nosotros hemos investigado y mi hija fue asesinada, pero cómo nosotros decirle a la autoridad, si la autoridad quiere que yo le entregue toda una gran investigación cuando ellos, es su trabajo, por eso ellos devengan un sueldo. Pero como madres nos volvemos investigadoras, nos volvemos periodistas, médicas, porque estamos investigando. Yo tengo cuatro años que no he descansado y no voy a descansar hasta que el asesino feminicida esté tras las rejas.

 

Adriana también exige que se dejen de invisibilizar la lucha y la labor de las madres víctimas, y afirmó que ella no pidió estar ahí, velando por Guadalupe:

 

“Esto es nuestra vida de todos los días, lo que nos dejó el asesino, que no solo mató a mi hija, sino que me mató también a mí en vida. Ya no tememos la vida que teníamos antes, nos los arrebataron y el gobierno nos echa a las calles a exigir justicia, porque si de verdad existiera no tendríamos por qué está aquí, yo no pedí estar aquí, el asesino me puso aquí y también la Fiscalía del Estado de Chiapas me puso acá”.

 

Deisy Noemí Blanco, de la colectiva Madres Buscadoras de Islas Mujeres, viajó desde Quintana Roo a la capital para obtener verdad y justicia en la desaparición de su hija, Fernanda Cayetana, desaparecida en 2022.

 

 

Deisy entregó pruebas a la Fiscalía General del Estado y, actualmente, hay dos personas detenidas por la desaparición de Fernanda. Sin embargo, Daisy no ha podido localizarla.

 

“Hasta este debido momento el sujeto está en la cárcel, su esposa está en la cárcel, entonces ya tenemos a los imputados, pero la versión de la gobernadora Mara Lezama es que no está en sus facultades de ella para hacerlo hablar. Entonces, lo que yo vine hacer aquí, en la Suprema Corte, que me escuchara, en la Cámara de Senadores que me escuchara, levantar la voz por mi hija. Dónde acabamos nosotros como madres, como víctimas, dónde acaban nuestros hijos desaparecidos, como víctimas también directas, nosotros no tenemos derechos ni nuestros hijos. Es por eso que llegué aquí a la Ciudad de México, para alzar la voz por ella”.

 

Así como Adriana y Deisy, Luisa Rodríguez Castro asegura que se ha convertido en una investigadora, ya que es ella la que ha proporcionado pruebas y evidencias de la desaparición de su hijo, Jorge Armando Kiau, y de Diana García, pareja de Jorge, desaparecidos en una discoteca de Cancún en 2020.

 

“Lo que nosotros hemos investigado es que llegó gente armada, con ropa táctica, con armas y se los llevaron de allá. Seguridad refiere que fue un operativo de judiciales, por eso yo aseguro, estoy casi segura que fueron ministeriales. Levanté mi denuncia y pues la verdad no estaban investigando, me decían que estaban investigando, se perdió mucha evidencia por el tiempo que ellos dejaron pasar, no estaban haciendo su trabajo, pasó casi un año, mi carpeta estaba estancada. Yo tuve amenazas, me dijeron que deje de buscar, que deje de ir a Fiscalía. Pues yo como madre no he dejado de buscar a mi hijo”.

 

Mujeres de distintos estados del país, quienes visten playeras con los rostros de sus hijas, hermanas, madres, amigas, viajaron a la ciudad a acompañarse y escucharse, y a demandar a las autoridades capitalinas que atiendan sus casos.

 

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