Tras las sentencias al exmarido y abusadores de Gisèle Pelicot, declaró que es una lucha por todas las víctimas de abusos sexuales.
Fátima Guadarrama
“En estos momentos pienso en las víctimas no reconocidas cuyas historias quedan en la sombra, quiero que sepan que compartimos la misma lucha“, declaró Gisèle Pelicot ante el Tribunal de Aviñón, en Francia, después de que dictaran las sentencias contra su exesposo, Dominique Pelicot, y 51 hombres por los delitos de violación y agresión sexual.
Condenaron a su exmarido, de 72 años, a la pena máxima de 20 años de prisión por administrarle a escondidas ansiolíticos para dormirla y violarla junto a decenas de desconocidos contactados por internet. El tribunal impuso penas de entre 3 y 15 años para el resto de los acusados, pero el tiempo en la cárcel quedó por debajo de las penas solicitadas por la fiscalía.
Igualmente declararon a Dominique culpable por fotografiar y distribuir imágenes de carácter sexual de su hija, Caroline, así como de las esposas de sus hijos.
Al salir del juicio, Gisèle leyó una breve declaración ante los medios y en respuesta a un periodista señaló que “respetaba a la corte y su veredicto“. Sin embargo, sus hijos e hija mostraron insatisfacción por las resoluciones.
También tuvo palabras de agradecimiento para sus abogados, periodistas, asociaciones de ayuda a las víctimas y, sobre todo, para su familia.
Según la ley francesa, podría haber pedido que el juicio fuera a puerta cerrada, pero decidió renunciar a su anonimato y hacerlo público. Esto porque Pelicot dijo que quería dar a conocer los horrores de su caso para dar a otras víctimas de violencia sexual la valentía de hablar, una decisión que “nunca” lamentó.
Con ello, Gisèle reivindicó el hecho de que las víctimas fueran las que sintieran vergüenza por lo sucedido.
“Es tiempo de que la vergüenza cambie de bando y pase a los violadores y abusadores”.
Un caso que movió al mundo
La investigación contra Dominique inició cuando un guardia de seguridad lo denunció a la policía por tomar fotografías bajo las faldas de las mujeres en un supermercado.
Después de revisar su celular y computadora, las autoridades encontraron fotografías y videos de Gisèle siendo abusada en diversas ocasiones por diversos hombres.
Las agresiones, que duraron cerca de una década, comenzaron en 2011 cuando su exmarido la drogaba para abusar sexualmente de ella. Al mismo tiempo que organizó encuentros con otros hombres a través de una página web para que hicieran lo mismo mientras ella estaba inconsciente.
“Pensaba que éramos una pareja unida”, declaró una vez ante el tribunal.
Pese a las condenas de 50 hombres, aún más de 20 involucrados en los abusos que no han sido detenidos por la policía.
Los hombres que este jueves fueron declarados culpables eran conocidos coloquialmente en Francia como Monsieur-Tout-Le-Monde, que se traduce como “Sr. Todo el mundo”. El nombre hace referencia a que no hay una agrupación discernible por edad, trabajo o clase social.
Los dos rasgos que todos ellos comparten es que son hombres y que establecieron contacto en un foro de chat ilegal en línea, conocido por atraer a swingers, pedófilos y traficantes de drogas.
Tanto los fiscales como los abogados de los acusados pueden presentar una apelación en un periodo máximo de 10 días.
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