Investigadores australianos de la Universidad RMIT demostraron que los cubrebocas desechables se pueden reciclar para hacer carreteras
J. Andrés Velázquez
Paréntesis emitido el 19 de marzo, 2021
Es un hecho que el uso generalizado de cubrebocas en el mundo puede reducir la propagación de COVID-19, pero también representa un desafío de residuos para el medio ambiente.
No existen estadísticas actualizadas sobre el número diario de uso de mascarillas faciales en todo el mundo; sin embargo, en junio de 2020 se estimó que mensualmente se descargaban al medio ambiente 129 mil millones de cubrebocas desechables. Cabe resaltar que esto fue incluso antes de que muchos países establecieran su uso obligatorio, por lo que la cifra actual podría ser considerablemente mayor.
Es por ello que un equipo de investigadores australianos de la Universidad RMIT demostraron que los cubrebocas desechables se pueden reciclar para hacer carreteras, de acuerdo con un artículo publicado en Science of The Total Environment.
El estudio indica que el material reciclado de tres millones de mascarillas serviría para hacer un kilómetro de carretera de dos carriles, lo que evitaría que 93 toneladas de desechos terminen en la basura.
Este nuevo material que se propone es una mezcla de cubrebocas desechables triturados junto con escombros de construcción procesados, es decir, residuos de otras construcciones. El análisis mostró que los cubrebocas ayudan a agregar rigidez y resistencia al producto final, diseñado para su uso en capas base de carreteras y pavimentos. Además, cumple con los estándares de seguridad de ingeniería civil.
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