Los 500 años de la caída de Tenochtitlan nos deben servir para reconocer la resistencia de los pueblos originarios e incorporar a las voces que durante siglos han sido relegadas, minorías, mujeres y afrodescendientes, entre otros.
Diversos especialistas coinciden en que está conmemoración es una oportunidad para atender diversos pendientes de la sociedad mexicana especialmente hacia los pueblos originarios.
Juan Carlos Valdés / Adria Aceves
“Fue cuando quedó vencido el tlatelolca, el gran tigre, el gran águila, el gran guerrero, con esto dio su final conclusión la batalla y todo esto pasó con nosotros, nosotros lo vimos, nosotros lo miramos, con esta lamentosa y triste suerte, nos vimos angustiados”.
Tres meses de sitio, la población moría de hambre, sed y peste producto de la viruela, mermado en sus fuerzas, el ejército de Tenochtitlan estaba en desventaja respecto a sus enemigos españoles e indígenas.
La guerra terminó en la ciudad gemela de Tlatelolco, donde Cuauhtémoc, derrotado le dijo a Cortés: “Señor Malinche, ya he hecho lo que estoy obligado a hacer en defensa de mi ciudad y no puedo más, toma ese puñal que tienes en el cinto y sacrifícame”.
Así lo narra el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, así nos lo han enseñado y así lo recordamos.
El 13 de agosto de 1521 la Caída de México-Tenochtitlan marca el inicio de un doloroso proceso que originó tres siglos de dominio español pero también el nacimiento de lo que hoy es México.
A quinientos años de este hecho histórico el reto hoy es recordar, pero sobre todo reflexionar sobre lo que ha sido nuestro país y lo que puede y debe de ser en el presente Así lo han señalado diversos especialistas quienes encuentran en este año de conmemoraciones una enorme oportunidad para dialogar, debatir y considerar los pendientes que aún tiene México como sociedad.
Para el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma son cuatro las razones de la Caída de Tenochtitlan, que al coincidir, hicieron posible la derrota.
“Primero las psicológicas, qué era lo que imperaba en cada uno de los bandos, después las económicas y políticas, es decir, como esta actitud del imperio mexica de irse expandiendo a costa de imponer tributos a los pueblos indígenas conquistados pues al final se iba a revertir; y después las causas militares y entre ellas destacadamente digamos el apoyo que iba recibiendo Cortés y cómo muchos pueblos se le unen precisamente en contra del mexica, finalmente las de salud a todo esto se va a unir esta epidemia de viruelas que va a causar estragos muy fuertes en la población mexica” .
Eduardo Matos. Arqueólogo
Martín Ríos, Doctor en Filosofía e Historiador de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, señala que los españoles hicieron buen uso de la experiencia ganada en asedios durante la recién concluida reconquista de España. Interrumpieron el abastecimiento de agua fresca y de comida a la ciudad, y se reforzaron con miles de indígenas aliados.
“El factor fundamental fue la alianza del ejército de Cortés junto con otros pueblos mesoamericanos que tenían vínculos lejanos en el tiempo también con la sociedad mexica, un vínculo complejo y violento y que entendieron unos y otros que era mejor formar una alianza para combatir al enemigo común, no podemos seguir creyendo que esto tuvo un papel secundario, prácticamente por cada soldado español, ya había unos 150 a 200 soldados mesoamericanos”.
Martín Ríos. Historiador
Para Iván Valdez-Bubnov, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, la estrategia militar empleada por uno y otro bandos fue importante, pero no tanto la supuesta superioridad tecnológica.
La batalla comenzó el 22 de mayo de 1521 y duró meses, hasta que la ciudad finalmente cayó en manos de los conquistadores el 13 de agosto. Desde entonces se han hecho interpretaciones que se imponen desde el poder en turno y que han invisibilizado versiones distintas.
El mismo Hernán Cortés fue el constructor de una de las primeras versiones en torno a la Conquista, elaboró un discurso político para afianzar su poder frente a los encomenderos y ensalzar la victoria para la Corona Española. Los religiosos por su parte justificaron la conquista como algo necesario para erradicar los sacrificios humanos y la antropofagia y la convirtieron en una empresa divina.
Para Daniel Altbach, especialista en Estudios Mesoamericanos de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la UNAM, estos discursos separan poco a poco el hecho histórico de la construcción política del hecho.
“Una cosa es el hecho objetivo que pasó el 13 de agosto donde cayó la hegemonía de México-Tenochtitlan pero eso no cambió inmediatamente el curso de la historia de España y de la historia de mesoamérica. ¿Qué pasa el 14 agosto? Hay una recomposición de los poderes políticos, pactos entre la nobleza indígena y la élite española. La gran labor de los españoles es conciliar la conquista con el proceso de evangelización. entonces tiene que haber como una negociación de la violencia colonial.
Daniel Altbach
En las fuentes de tradición hispánica también destacan la Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo y La historia de la conquista de México de Francisco López de Gómara, quien nunca visitó América pero conoció a muchos de los viejos conquistadores que estaban en España.
Por la parte indígena hubo diversos testimonios en códices, documentos o relatos orales que informaban lo que sucedía pero la mayoría ha desaparecido.
Entre ellos están los elaborados por los tlaxcaltecas, aliados de los españoles, que se asumieron como vencedores, en el Lienzo de Tlaxcala narran su propia versión. Los Anales de Tlatelolco muestran la conquista desde el punto de vista de la ciudad gemela de Tenochtitlan.
Finalmente la Visión de los vencidos, es una antología preparada por Miguel León-Portilla, con numerosos testimonios indígenas de la conquista.
Todas las fuentes con las que contamos, refiere Daniel Altbach, están escritas en un contexto violento y con intereses particulares, son muy parciales.
En un muro de la parroquia de la Concepción en Tequipeuhcán, en Tepito y cerca de Tlatelolco, una placa recuerda: “Aquí fue hecho prisionero el emperador Cuauhtemotzin la tarde del 13 de agosto de 1521”. “Tequipeuhcan: Lugar donde empezó la esclavitud”, es el significado en náhuatl.
Este 2021 se conmemoran 500 años de la caída de Tenochtitlan y de la derrota del imperio mexica, sin embargo, para muchos pueblos no fue una derrota, fue una victoria ante su acérrimo rival, refiere Martín Ríos. El 13 de agosto no desapareció el mundo indígena.
“Es una victoria muy importante sobre una ciudad que ha ejercido una dominación y una extracción de recursos por más de cien años. En primer lugar los tlaxcaltecas que se va a presentar como vencedores, como conquistadores, pero junto con ellos otros pueblos que también participaron, como los de Texcoco, los xochimilcas, los otomíes y demás pueblos indígenas“.
Martín Ríos
Hay que distinguir los procesos,, explica Francisco López Bárcenas, de la comunidad mixteca e investigador de El Colegio de San Luis, la caída de Tenochtitlan no es la caída de México.
“Hay que distinguir las derrotas militares, los procesos de conquista que sucedieron a la caída de Tenochtitlan, por otro lado la conquista espiritual e ideológica sobre la construcción del conocimiento que si pegó fuerte”.
Francisco López Bárcenas
Ya con la consolidación del régimen novohispano, los criollos hacen un discurso que no alcanza a ser crítico con la conquista, pero enfatiza la grandeza del pasado prehispánico, ése va a ser uno de los valores recuperados al consumar la independencia en 1821.
En el siglo XIX y desde el nacionalismo, buena parte de la interpretación del pasado mexicano tiene que ver con el proyecto político que se busca afianzar y que logra establecerse tras la revolución mexicana y que hoy es señalada como la Historia de Bronce.
Esa historia de bronce, refiere Daniel Altbach, tiene que ver más con la historia de nuestros prejuicios que con los hechos históricos, el uso político también tiene que ver más con la polarización política del México actual que con la historia. Se parece más a nuestra fantasía, del siglo XXI que a lo que sucedió.
Por ejemplo, explica Jaime García Leyva, historiador, miembro de la comunidad mixteca e investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, CIESAS, es difícil saber en qué momento se enteraron los mayas u otras comunidades, pasaron meses o años antes que ellos también fueran sometidos por los españoles.
“Los conceptos e incluso las interpretaciones de lo que es el Mundo Indígena, parte desde las visiones del centro del país, y no es así, necesitamos hacer una reinterpretación, una revaloración de conceptos y señalar que la participación de los pueblos indígenas ha sido distinta, que no somos un patrón uniforme que ha estado en la historia”.
Jaime García Leyva
Esa visión desde el centro se mantuvo en la colonia y en el México Independiente. Para Georgina Méndez Torres, académica de la Universidad Intercultural de Chiapas e indígena chol, el despojo siempre ha estado presente desde la conquista y se hace también una colonización de los pueblos a través de la educación básica.
“Pareciera ser que es un relato actual, un relato actual al que se están enfrentando los pueblos indígenas con la serie de violencias, este relato actual de la violencia, del despojo, de la historia de ahorita, de los desplazados indígenas y toda la serie masacres que hemos vivido nosotros como pueblos. Ni siquiera es una historia lejana, es una historia actual, contundente que siguen viviendo los pueblos indígenas que siguen luchando por la defensa de su territorio”.
Georgina Méndez Torres
Que no sean los otros los que hablen de nuestra memoria, demanda Georgina Méndez Torres como muchas comunidades de los pueblos originarios, hay que cambiar esa imagen del indígena vencido que el poder sigue reproduciendo.
En ese mismo sentido se pronuncia la lingüística mixe Yásnaya Aguilar, para quien toda esta conmemoración no tiene sentido sin la voz de las comunidades, pero sobre todo atendiendo sus reclamos.
“Habría que hablar más desde la idea de los pueblos, de resarcimiento, de reconocimiento. Me parece que una petición de perdón sigue estando en la lógica eurocentrista judeocristiana que es justamente el perdón y la culpa. Históricamente el Estado Mexicano es heredero durante 200 años de la opresión colonial o sea, no se acabó con la independencia y creo que deberíamos verlo del lado del resarcimiento, de una reflexión colectiva, de los efectos actuales de lo que sucedió hace 500 años”.
Yásnaya Aguilar
500 años de la caída de Tenochtitlan y con ella de uno de los imperios más poderosos de aquel momento. La oportunidad ahora es no juzgar desde una mirada contemporánea los sucesos históricos e incorporar en la reflexión todas las narrativas:mujeres, afrodescendientes, otros pueblos originarios, para tener una visión más rica y compleja
“La resistencia, o la última resistencia se va a dar en Tlatelolco, la ciudad hermana de Tenochtitlan pero enemiga también. Ya con la caída de Cuauhtémoc que ha sido elegido tlatoani en lugar de Cuitláhuac. Ya con el triunfo español en Tlatelolco con la captura de Cuauhtémoc, van a ser vencidas las tropas mexicas”.
Eduardo Matos