La crisis actual de brasil afecta a México, pues ambos países pertenecen a la misma región. Esta situación manda señales de desconfianza en la inversión pública y aleja los capitales de las economías emergentes como la nuestra.
Además, podría tener otras repercusiones en territorio nacional debido a la percepción de que nuestra clase política está involucrada en temas de corrupción. “es factible que se dé un efecto de imitación, como movilizaciones sociales similares.
La sociedad brasileña vive una polarización entre los partidos de Lula da Silva y Rousseff. En estas circunstancias la presidenta fue separada de su cargo por 180 días para ser juzgada por el senado.
México está un momento de transición y en este contexto tiene una política de no intervención. Lejos de resolver la crisis económica de brasil, con la detención de Dilma el país entró en un bache más crítico.