El plástico arrojado de manera irresponsable al medio ambiente, tarda años en degradarse y en este proceso llega a fragmentarse en partículas cada vez más pequeñas, capaces de ser transportadas a grandes distancias por el viento y el agua. Algunos grumos son tan diminutos que no pueden verse a simple vista. De acuerdo a diversos trabajos, las muestras de arena de playas de todo el mundo contienen contaminación por microplásticos, que se mezclan con la arena. Esto incluye lugares tan remotos como la Antártida.
México no es ajeno a esta situación, tema que abordamos en la siguiente cápsula.