A partir del próximo primero de julio entrará en vigor la nueva versión 3.3 de la factura electrónica, con el propósito de mejorar el control tributario, resolver las incidencias del modelo actual, y facilitar el cumplimiento fiscal. Para la puesta en marcha, del nuevo esquema, es indispensable que tanto la autoridad como las empresas trabajen de manera coordinada, en las áreas fiscales, de operación del negocio e informáticas, a fin de simplificar el papeleo del contribuyente.