Donald Trump, el empresario que ha roto con todos los moldes en esta campaña electoral, apela especialmente a un grupo de la población, de mayoría blanca cristiana. Hoy está cerca de perder ese estatus entre los votantes norteamericanos. Robert P. Jones, autor de “El fin de la América cristiana blanca” y presidente de una de las principales casas de sondeos de Estados Unidos, asevera que esa nostalgia está marcada especialmente, por la inmigración y por el descenso en el número de estadunidenses afiliados a otra religión.
A 11 semanas de las presidenciales, Paul Manafort, estratega y jefe de la campaña de Donald Trump, renunció el pasado viernes después de que las autoridades de Ucrania hicieron público el supuesto pago de 12.7 millones de dólares asignados a él entre 2007 y 2012, en la época en que gobernaba el país el presidente prorruso Víctor Yanukovich.