El presidente López Obrador afirmó que la concentración en el Zócalo sirvió para agrupar a los sectores conservadores y de oposición.
Adriana Esthela Flores
En su primer balance sobre la concentración del domingo en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) y contra el Plan B de la reforma electoral, el presidente Andrés Manuel López Obrador acusó que la mayoría de los dirigentes opositores que participaron son “mapaches electorales” que usaron la movilización como bandera política para defender privilegios y protestar contra su gobierno.
Al enfatizar que la concentración sirvió para agrupar a los sectores conservadores y de oposición, aseguró que su objetivo no fue defender la democracia sino el régimen de corrupción de gobiernos anteriores.
“Han sido defensores de los fraudes electorales, han formado parte de la corrupción en México, han pertenecido al narco estado que, cómo ha quedado de manifiesto con lo de García Luna, se impuso durante dos sexenios: el de Vicente Fox y el de Felipe Calderón, entonces cuando dicen no se toca el INE, el INE no se toca pues lo que hay que estar pensando es no se toca, Que eso es lo que ellos quieren: no se toca la corrupción según ellos, los privilegios no se tocan, el narco estado no se toca.”
Para reforzar su posicionamiento, López Obrador expuso una galería con los rostros de dirigentes de partidos y organizaciones opositoras y, en algunos casos, hizo un breve repaso biográfico, como ocurrió con el expresidente Vicente Fox y el excandidato presidencial del PRI, Francisco Labastida Ochoa.
“Imagínense la gente que votó por él y luego se convierte en traidor a la democracia […]. Él se vio involucrado en el Pemexgate, una gran cantidad de dinero para su campaña que cuando gana Fox le dieron carpetazo por eso ya andan juntos, también tuvo que ver con el Fobaproa”.
También descalificó a los oradores principales de la movilización, la periodista Beatriz Pagés – a quien llamó “conservadora”- y al exministro José Ramón Cossío, a quien acusó de ser “un farsante”.
“Beatriz Pagés, hija de José Pagés Llergo, del Siempre, muy priista, muy conservadora y Ramón Cossío, fue ministro de la Suprema Corte de Justicia en pleno narcoestado, apoyado por Calderón, nunca dijo nada”.
Tras calcular que la asistencia a la concentración en el Zócalo fue de entre 80 mil y cien mil personas, López Obrador alentó a sus adversarios a aprovechar su potencial pues, dijo, en México, hay unos 25 millones de ciudadanos opositores a su gobierno. Incluso, los desafió a observar la próxima concentración masiva en el Zócalo, que organizará su gobierno por el 85 aniversario de la Expropiación Petrolera.
“Tienen que mover más gente todavía, tienen que ir incrementando su capacidad de movilización porque tiene un potencial, que no dejen de participar, de movilizarse, aunque esto exige de muchas fatigas, llenan el Zócalo, bueno sí, pero nosotros para poder lograr el cambio lo llenamos 60 veces, y no sólo lo llenamos, lo desbordamos.”
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