Un agente de la DEA reveló supuestos encuentros en restaurantes de la Ciudad de México para sobornar a las autoridades.
IMER Noticias
La Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) tenía conocimiento de los nexos entre Genaro García Luna y el cártel de Sinaloa, según Miguel Madrigal, agente de esa corporación.
De acuerdo con el testimonio dado a conocer este jueves, en el juicio contra el ex funcionario en Nueva York, Madrigal y Sergio Villarreal Barragán “El Grande” se reunieron horas después de que fuera detenido en México, en 2010.
En esa reunión, Villarreal habló sobre los “negocios de Genaro García Luna con el cártel de Sinaloa cuando era policía estatal”.
Miguel Madrigal aseguró que se dio cuenta de los nexos de los mandos de la Policía Federal con el narcotráfico ya que, en un video, vio que la camioneta Jeep Cherokee, del entonces comandante de la Policía Federal, Édgar Bayardo, se estacionaba frente a la casa de Jesús “El Rey” Zambada, detenido en 2008.
Tras esa detención, Madrigal habló con Édgar Bayardo, quien, según el agente de la DEA, estaba nervioso y lo cortó rápidamente.
Encuentros en restaurantes
Miguel Madrigal dijo también que recibió información de que, justo frente a la embajada de Estados Unidos, en el restaurante Campos Elíseos de Reforma, en la Ciudad de México, se realizaban reuniones de narcotraficantes con funcionarios para que estos recibieran sobornos.
“El Conejo” no entregó soborno
Por otro lado, en la parte final del contrainterrogatorio de la defensa de Genaro García Luna, Harold Mauricio Poveda Ortega, alias “El Conejo”, aceptó que nunca había pagado personalmente algún soborno al ex funcionario.
Poveda respondió con evasivas a los cuestionamientos de César de Castro, y finalmente aceptó que nunca estuvo presente en el momento en que se entregó un soborno al exsecretario de Seguridad Pública o a alguno de sus subordinados.
Violó acuerdo de colaboración
De Castro cuestionó a Harold Mauricio Poveda por presuntamente haber violado el acuerdo de colaboración que celebró con el gobierno de Estados Unidos, pues una de las condiciones para mantenerlo era que el testigo no hubiera cometido un crimen, y ayer el narcotraficante relató que sobornó a custodios de la cárcel donde cumplía su condena para obtener beneficios.
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