El mismo lenguaje de todos los días, el comercial, el citadino, pero para decir cosas un poco más profundas de la condición humana, es la apuesta de José Eugenio Sánchez en su libro La felicidad es una pistola caliente.
El mismo lenguaje de todos los días, el comercial, el citadino, pero para decir cosas un poco más profundas de la condición humana, es la apuesta de José Eugenio Sánchez en su libro La felicidad es una pistola caliente.