La comunidad afromexicana ha avanzado en cuanto a su derecho al voto, sin embargo, aún atraviesan obstáculos para ejercer sus derechos políticos-electorales.
Escucha este especial con producción de Gabriel Ortiz.
Jennifer Olvera
Aunque votan desde que se instrumentó el voto en el país, la participación de las personas afromexicanas ha sido invisibilizada, afirma Mijane Jiménez, fundadora de la Red Nacional de Juventudes Afromexicanas y de AfroPoderosas México.
“El derecho electoral fue construido desde el privilegio y también tiene una mirada racista y muy tecnicista, como todo el derecho. Estamos evolucionando. Estamos haciendo cambios en las leyes y también es un avance importante que visibilizar”.
Jiménez atribuye esta invisibilización a un racismo estructural y sistémico. Sin embargo, ha habido avances, por ejemplo, el reconocimiento constitucional por parte del Poder Legislativo federal de las personas afromexicanas en 2019. Asimismo, en 2020 se llevó a cabo el primer censo oficial de personas afromexicanas.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México viven dos millones 576 mil 213 personas afromexicanas o afrodescendientes, es decir, 2% de la población total del país.
Poco más del 50% de la población afromexicana se concentra en Guerrero, Estado de México, Veracruz, Oaxaca, Jalisco y Ciudad de México.
Avances en candidaturas afromexicanas
Rosa María Castro, fundadora de la Asociación de Mujeres de la Costa de Oaxaca y de la Cátedra Itinerante de Mujeres Afromexicanas, añadió que la población afromexicana busca más representaciones electorales desde que se gestó el movimiento negro en Guerrero y Oaxaca en 1997.
“El movimiento negro se pone en la palestra nacional, que era lo que buscábamos, y también se da esta efervescencia por parte de actoras y actores que buscan la representación porque es importante. Y, si bien es cierto que son muy poquitos los avances, esperemos que en los siguientes procesos sean más incluyentes todavía.
No se puede concebir un México democrático si los pueblos afromexicanos no están ahí”.
Mijane Jiménez recalcó que en 2021 se impulsaron acciones afirmativas para consolidar candidaturas del pueblo afromexicano para pasar de ser votantes a ser votadas y votados. Así como luchar contra la invisibilización para llegar a la representación electoral y política.
En las elecciones intermedias de ese año, seis curules en la Cámara de Diputados se autonombraron afromexicanas. Sin embargo, solo una fue reconocida como tal, la del diputado federal Sergio Peñaloza Pérez. Las demás pasan por usurpación o robo de identidad.
“Decir que desde 2021 venimos pasando por usurpaciones electorales. Hoy, en estas elecciones de 2024, seguimos incidiendo en las acciones afirmativas. Muchas personas buscamos que el INE fuera más exhaustivo en temas de autoadscripción en procesos federales porque es una agenda colectiva. Hay un retroceso.
Nuevamente hubo una usurpación de candidaturas a senadurías, en el ámbito federal, en el ámbito de diputaciones de representación proporcional plurinominal”.
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Frente a la usurpación de identidad, Mijane buscó dictaminar la autoadscripción calificada para este proceso electoral; es decir, juzgar quién sí y quién no es afromexicano.
“La autoadscripción calificada tiene que ver no sólo con ser, parecer o nacer en un territorio afromexicano, tiene que ver con un vínculo comunitario. ¿Qué es este vínculo comunitario? Es aportar un servicio a la comunidad, haber sido de un comité de padres de familia, de mayordomía, gestiones; un servicio comunitario que tenga que ver más allá del funcionariado público sobre ser presidente o diputado.
Más allá de ese currículum es tener un vínculo comunitario. La labor que yo tengo no es segura porque he recibido llamadas de acoso. Me dicen: ‘¿Por qué me cuestionas si soy afro indígena?’, no ha sido una labor fácil, sin embargo, estamos aquí”.
El INE señaló que las personas candidatas debían declarar, bajo protesta de decir la verdad, que son parte de un pueblo o comunidad afromexicana. No obstante, en marzo pasado, tanto activistas y militantes del PRI denunciaron ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) la usurpación de acciones afirmativas por parte de Movimiento Ciudadano (MC) y Partido del Trabajo (PT).
En este sentido, argumentaron que Mario Moreno Arcos, aspirante al Senado por Movimiento Ciudadano, se autoadscribió como indígena y no como afromexicano. Y la candidatura de Yuridia Guerrero al Senado por PT fue denunciada por la misma razón.
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Proceso electoral 2023-2024
Por segunda vez, el Instituto Nacional Electoral (INE) determinó la implementación de acciones afirmativas en el registro de candidaturas, esta vez para el proceso electoral federal 2023-2024. Este proceso incluyó cuatro diputaciones, tres de mayoría relativa y una de representación proporcional, así como una senaduría de mayoría relativa.
Rosa María advirtió que a pesar de existir avances, son mínimos:
“Desde el 2021 se dieron las acciones afirmativas por primera vez para personas afromexicanas, fue un parteaguas y, como todo, hay que irse perfeccionando. Los avances son muy pocos en ese sentido porque sólo tenemos un diputado afromexicano en el pasado proceso electoral a nivel federal.
Me parece que hay por ahí personajes que usaron esas acciones afirmativas, pero no han tenido mucho impacto en la población afromexicana”.
Mujeres afromexicanas
Por otra parte, Rosa María enumeró los obstáculos que dificultan el ejercicio de los derechos político-electorales de la población afromexicana, especialmente de las mujeres afromexicanas:
“El primer obstáculo es el racismo sistémico y luego encontramos la discriminación que tiene que ver el hecho de ser una mujer, ser una mujer negra, ser una mujer pobre. Algunas compañeras en algunas comunidades de la costa chica de Oaxaca no tuvieron acceso a educación básica y eso lo dificulta mucho más.
El no tener recursos sumado a que los partidos políticos no tienen una perspectiva étnica o afro, provoca una resistencia. No todos los partidos porque ahora ya están dando más accesibilidad y están buscando. Pero las mujeres afromexicanas tenemos que seguir colocando nuestras voces, dejando claro que es importante nuestra inclusión en los espacios de toma de decisión”.
En cuanto a la usurpación de identidad, Rosa María concuerda con Mijane en que este es el principal problema que enfrentan:
“Es muy delicada la usurpación. Dicen ‘Los pueblos negros ahí están, tienen personas que están ahí representándolos’ pero llega alguien que no tiene ninguna conexión con los pueblos y volvemos a lo mismo: una subrepresentación. Durante mucho tiempo los pueblos negros fueron, primero, invisibles y, luego, subrepresentados.
De pronto vemos personas que con una facilidad dicen ‘Soy afromexicana’ y eso es muy delicado porque la agenda de comunidades y personas negras, afromexicanas o afrodescendientes no está en los lugares de toma de decisión, no se enteran de qué políticas públicas se requieren porque no tienen el conocimiento. No saben la realidad que viven los pueblos.
Hay una defensoría y se puede hacer uso de la defensoría electoral, pero no siempre las compañeras tienen las condiciones para estar en los tribunales. No todas las personas tienen la posibilidad de abrir juicios y tal”.
Al respecto, Mijane comenta que inició un proceso jurídico colectivo con compañeras indígenas para denunciar la usurpación en el proceso electoral. Sin embargo, carecen de asesoría gratuita por falta de abogados en la defensoría pública del Tribunal federal.
“La gente, la sociedad y el derecho tienen que aceptar que los pueblos existen y que a quienes nos toca encabezar esos espacios es a nosotras y nosotros, porque entonces no hay garantía de nuestros derechos político-electorales”.
¿Qué deudas tiene este proceso electoral con la población afromexicana?
Propuestas contundentes en materia de racismo y de reparación histórica al pueblo afromexicano, afirmó Mijane:
“Estos debates que han transcurrido no nos han hecho justicia. Ninguna candidatura nos ha mencionado como prioridad, ya que, con los indígenas lo hicieron medianamente, pero al pueblo afromexicano lo tienen en el olvido. ¿Qué es lo que falta? Que los partidos políticos entiendan que no somos sus enemigos, somos personas y que nos deben tratar como tal.
A todas las agendas lo que les falta es el antirracismo, desde el sistema nacional de cuidados hasta los derechos político-electorales. Lo que no se está visibilizando es que las mujeres negras no podemos acceder a candidaturas porque también hay un sistema de cuidados fallido.
A mí misma como candidata hace tres años me pasó. Inicié campaña un mes y medio porque no tenía quién me cuidara a mi hija. Seguimos viviendo en un racismo estructural, falta de infraestructura carretera, drenaje y buenos servicios de salud en nuestros territorios”.
Finalmente, Rosa María concluyó que espera que las acciones afirmativas de hoy, sean la cotidianidad del futuro:
“Esperar que se cumpla con esas acciones porque eso es lo que nos permite realmente a los grupos históricamente excluidos avanzar. Un día dejarán de existir las acciones afirmativas porque se convertirán en algo que cotidianamente decimos costumbre”.
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