Este artículo fue originalmente publicado en The Conversation por Ibon Oleagordia Ruiz, Amaia Mendez, Antonia Moreno Cano y María Begoña García-Zapirain Soto, académicos/investigadores en la Universidad de Deusto.
The Conversation
Las emociones, esas que nos hacen sentir, están estrechamente vinculadas con la memoria. Serán las encargadas de seleccionar y almacenar todos los hechos que nos ocurren de manera más duradera.
Normalmente, solemos almacenar las vivencias que más nos marcan. Al envejecer, sin embargo, se produce un deterioro cognitivo, caracterizado especialmente por una disminución de esa memoria.
Lo que somos ahora viene determinado por lo que nos ha tocado vivir, lo que nos hace únicos e irrepetibles. No sólo como individuos, también como sociedad. Somos el cúmulo de nuestros recuerdos. Y no existe mayor desesperación que la sensación de perder la propia identidad. Por eso, debemos proteger este tesoro, para que nuestra biografía perdure más allá de la propia persona.
Debido al envejecimiento de la sociedad, el proyecto VIVEWeb, desarrollado por el grupo de investigación eVIDA de la Universidad de Deusto y otros socios, pretende concienciar a la sociedad sobre la importancia de los recuerdos de nuestros mayores. Tanto para las propias personas, como para la historia de los colectivos.
El objetivo de esta investigación fue crear una nueva red social. Gracias a ella la gente mayor que ha tenido menos contacto con la tecnología o padece problemas de salud que les impide el uso de esta puede compartir sus vivencias. Lo cierto es que, en general, ni las redes sociales ni muchas las páginas web actuales están preparadas para este sector de la población.
Animamos a los usuarios a registrar sus vivencias y compartirlas con sus contactos. Estas se pueden clasificar en distintos temas. Entre otros “viejos amigos”, “recuerdos con los nietos”, “años de escuela” o “fiestas patronales”. La idea es formar un entramado de recuerdos todavía más complejo y conectado con otras personas, de manera que los usuarios sean conscientes de todo lo vivido por aquellos que los escriben ahora.
Teniendo en cuenta todos estos factores, se pretende realizar una web donde quienes compartan vivencias y fotos puedan encontrar otros usuarios con experiencias parecidas. Estas pueden ayudar a ser conscientes de nuevos recuerdos o detalles para los lectores.
El aislamiento de los mayores
En un contexto como el actual, en plena crisis sanitaria, los ancianos han estado más aislados que nunca.
A esto hay que añadir una reducción en el contacto personal, principalmente por la pérdida de seres queridos, las dificultades de movilidad o la separación geográfica. Para mantenerse en contacto, las familias a menudo utilizan canales de comunicación como correo electrónico, teléfono y, más recientemente, las redes sociales.
La opción predominante hasta el momento es el teléfono. Las menos utilizadas, las redes sociales, debido a las complejas interfaces de usuario que no han tenido en cuenta a este sector de la población en su diseño. Al no haber un estándar establecido sobre la forma de crear productos para las personas de edad avanzada ni una amplia gama de los mismos, estamos ante una necesidad pendiente de satisfacer.
Los ancianos pueden encontrarse en situaciones de exclusión social, debido a la jubilación, dificultades para desplazarse o, simplemente, porque viven lejos de los amigos y la familia. Esta situación de soledad puede causar condicionantes negativos para su salud, como la depresión o el insomnio.
Diseño de la red social
Se sabe que el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) desempeña un papel fundamental en el bienestar psicológico de las personas mayores. Les permite socializar, lo que reduce la sensación de soledad y alienación.
Para el desarrollo del proyecto se ha creado un diseño simple y acorde a un público mayor. Una opción que tanto Pinterest como Instagram han utilizado para su desarrollo.
Durante el proceso de co-creación para el desarrollo de esta plataforma, se hicieron pruebas con residentes de la Fundación Miranda en Vizcaya. Allí pudimos comprobar la eficacia del manejo de la red.
Si algo nos ha enseñado la historia es que sobre los acontecimientos vividos cada persona tiene su propio relato. Conocer cada punto de vista, cada detalle personal, permite dibujar una imagen más definida de cuanto haya ocurrido, completando una visión global de nuestro pasado, que no debemos olvidar.
Desde el grupo de investigación eVIDA animamos a todos nuestros mayores a participar en VIVEWeb) y a que nos cuenten sus historias.
Agradecimientos
A) Al Gobierno Vasco, convocatoria Hazitek ZL-2017/00199. B) A los participantes que han colaborado en este proyecto: AVALON Tecnologías de la Información y Residencia Fundación Miranda. C) A Celia Gómez Poveda, Directora de Innovación de la Fundación Miranda. D) Eneko Valero y Alberto Miranda como miembros del equipo de investigación eVIDA en la UD. E) Jelko Agirre en el desarrollo de su TFG.