Para la doctora Gabriela García, de la Facultad de Medicina de la UNAM, la viruela del mono o la Covid-19 son dos ejemplos de los riesgos de intervenir en los ecosistemas y comercializar animales.
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IMER Noticias
La viruela símica, del simio o del mono, es una respuesta a las alteraciones del ser humano en los ecosistemas y la fauna silvestre.
La primera vez que la humanidad identificó esta enfermedad fue en una colonia de simios con los que trabajaban científicos en un laboratorio en 1958.
Para la académica del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM, la doctora Gabriela García, los más recientes brotes de viruela son una advertencia para respetar a los animales y su hábitat.
La especialista recalcó que cada especie “tiene un lugar” en el medio ambiente y cuando éste se altera, brotes como los de Covid-19 o viruela símica surgen.
“Es un llamado para que las personas no adquieran especies silvestres porque esto pararía el tráfico de animales y la alteración de algunos ecosistemas. Todos tienen un balance y cuando este se rompe se pueden generar este tipo de eventos”.
La viruela símica, menos agresiva que la humana
En entrevista con IMER Noticias, la doctora Gabriela García, explicó que las primeras secuenciaciones hechas en los países con brotes han revelado que la cepa del virus es menos agresiva que la viruela humana.
No obstante, hacen falta estudios epidemiológicos para confirmar estos hallazgos, aunque siempre existe la posibilidad de una mutación.
“La cepa detectada, por lo menos en algunos casos, es la menos patogénica, efectiva, menos agresiva”.
Contacto físico y sexual, principales vías de transmisión
La integrante del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM aclaró que la transmisión del virus sólo se da por un contacto físico muy cercano.
Estas características hacen a las personas con muchas parejas sexuales las más vulnerables a contraer el virus, puesto que el contacto con prendas de personas infectadas también podría contagiar la enfermedad.
“Aquí lo importante es estar alerta. La infección de humano a humano ha sido por contacto muy estrecho y contacto con sábanas o prendas interiores”.
No obstante, Gabriela García enfatizó que la viruela símica no es propia de un grupo de personas o sector. Por ello, llamó a no estigmatizar a un grupo poblacional, de lo contrario, podría causar un exceso de confianza como la Covid-19.
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