México seguirá importando combustibles y Pemex resentirá el impacto en sus finanzas y se ajustará a las leyes de importación de EU.
El analista David Rosales, en entrevista con Elia Baltazar.
IMER Noticias
Aunque México concretó la compra de la refinería Deer Park, en Texas, por casi 600 millones de dólares, seguirá importando el 70 por ciento de los petrolíferos, mientras que Petróleos Mexicanos resentirá en sus finanzas el impacto de esa inversión y tal vez no vea ganancias.
El analista energético David Rosales, gerente de Energía en Grupo Urbán Corporate, dijo que la producción de combustibles en aquella refinería no se importará en su totalidad al país, pues hay contratos que se deben cumplir; además, México tendrá que hacer las importaciones al precio del mercado, sujeto a las leyes de importación de los Estados Unidos.
“La regulación no permite que entre empresas te puedas vender más barato. La regulación financiera es muy explícita: no te permite andar haciendo subsidios cruzados porque eso implicaría una caída en la recaudación en materia de impuestos. No vamos a esperar en ningún momento que Pemex empiece a querer hacer algún tipo de jugada que no permita la ley en Estados Unidos”.
Explicó que Pemex se apoyó en su filial PMI Holdings en Estados Unidos para realizar esta transacción, pues tiene finanzas robustas e ingresos constantes por la venta de crudo al extranjero; sin embargo, tiene en frente el reto de saldar deudas con proveedores.
“Para Pemex ese también es un reto porque está decidiendo invertir en esto y no pagarle a sus proveedores la distinta deuda que tiene; luego, ¿en materia de ingresos cómo impacta esto? Bueno, los ingresos de la refinería ahora serían controlados principalmente por Pemex. Frecuentemente la refinería ha reinvertido sus ingresos y si eso prevaleciera realmente se vuelve uno de los temas que habrá que cuidar”.
Otro de los retos que deberá atender México está relacionado con la planta laboral y encontrar alternativas para emplear a los trabajadores que ya no dependerán de la empresa vendedora Shell.
El analista David Rosales dijo que independientemente de cada una de las transacciones que realice Pemex, el consumidor final no debe resultar afectado con los precios de los combustibles.