En México el trabajo no remunerado en salud centrado en cuidados y atención a enfermos, durante 2022 ascendió a 240 mil millones de pesos.
Guadalupe Franco
Durante 2022, en México el trabajo no remunerado en servicios de salud alcanzó 240 mil millones de pesos, cifra que equivale al Producto Interno Bruto (PIB) de entidades federativas como Baja California Sur, Nayarit o Colima.
Los cuidados especializados a integrantes de familia y la atención a enfermos de otros hogares, representan el 63% del trabajo no remunerado en los servicios de salud. Así lo explicó la titular del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Graciela Márquez:
“El trabajo no remunerado en salud alcanzó 240 mil millones de pesos en 2022, esto representa el 1% del PIB de ese año, es decir, es una cantidad enorme si ya lo medimos desde la perspectiva de porcentaje y producto. Supera a todo el Producto Interno Bruto de estados como Baja California Sur, Nayarit o Colima. Ese es el tamaño del trabajo no remunerado en salud”.
Al participar en el conversatorio: “Igualdad de Género, Salud e Información para la toma de decisiones”, Gabriela Márquez indicó los efectos de las labores domésticas y de cuidados. Entre los que destaca la ampliación de la brecha de género y las barreras de las mujeres para incorporarse al mercado laboral.
Nuevos sistemas de información
En este sentido, la titular del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), Nadine Gasman, pidió fortalecer la calidad de información con datos referentes a grupos vulnerables y zonas geográficas:
“Es fundamental que fortalezcamos los sistemas de información con datos desagregados, no solamente por edad y por sexo, también a nivel geográfico y por grupos de atención prioritaria como mujeres indígenas, afromexicanas y rurales. Esto se logra incluyendo una perspectiva de género con una visión integral del ciclo de vida, identificando los roles y estereotipos de género y la división sexual del trabajo”.
Nadine Gasman describió que homologar la información de los sistemas públicos de salud permitiría mejorar la atención y seguimiento en el progreso de la salud de las mujeres. También agregó que este sector de la población debe ser incluido en los protocolos de investigación. Esto porque está comprobado que no todos los tratamientos son eficaces en padecimientos propios de la mujer.
Servicio Nacional de Salud Pública
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Ruy López Ridaura, reconoció que el principal reto es mejorar la recopilación de información. La cual es generada con el objetivo de renovar programas específicos, en los que trabaja una institución de salud pública.
Por ello, actualmente impulsan el Servicio Nacional de Salud Pública para fortalecer la rectoría y las acciones territoriales en materia sanitaria:
“Es por eso que hemos propuesto el Servicio Nacional de Salud Pública como el eje de para fortalecer la rectoría y fortalecer las acciones territoriales. Dentro de este servicio nacional el componente de inteligencia es clave, pero no solamente a nivel de la Secretaría de Salud federal sino también los Estados y principalmente lo más cercano a las personas que son lo que se conoce como jurisdicciones, que estamos proponiendo su cambio a esta nueva nomenclatura que son distritos de salud que permiten la identificación de la toma de decisiones locales cercana a las personas. Y el componente de inteligencia de salud es algo que va en cada una de las áreas de toma de decisiones”.
Finalmente, la representante de ONU Mujeres, Moni Pizani, reconoció los esfuerzos de México por visibilizar las brechas e inequidades en materia de salud, empleo y economía que enfrentan las mujeres. De igual manera, propuso acciones encaminadas a mejorar el bienestar de la población femenina.
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