Los magistrados se han dividido a partir de que el presidente les pidió informar con anticipación el sentido de sus votos.
Escucha aquí la opinión de Fernando Ojesto Martínez, en la Primera Emisión de IMER Noticias.
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La tensión entre los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación podría deslegitimar su trabajo, de cara al proceso electoral, opinó Fernando Ojesto Martínez Manzur, maestro en Derecho por la Universidad de Columbia en Nueva York.
Desde que el magistrado presidente José Luis Vargas pidió a sus compañeros que le informaran con anticipación el sentido de sus votos, el cuerpo colegiado se ha dividido. Hay un grupo de cinco magistrados que salió a manifestar su desacuerdo, alegando que ello no abona al debate de los asuntos, además hay una magistrada que no se ha pronunciado al respecto y, finalmente, el magistrado presidente que ha emitido un comunicado para precisar que revelar el sentido del voto sería algo voluntario.
“Esto puede traerle deslegitimidad al propio Tribunal Electoral desde el punto de vista interno y creo que esto no es nada bueno para lo que se nos viene con este proceso electoral, en donde estamos a escasos días de que celebremos el proceso electoral más grande en la historia de México y que muchos de las asuntos terminarán en las salas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación”.
Agregó que ha sido desafortunado lo que ocurre internamente en el Tribunal, pues denota desestabilización, a partir de la tensión entre los magistrados.
“Impacta a nivel interno y a nivel externo. A nivel interno porque sabemos que el Tribunal Electoral resuelve miles de asuntos durante el proceso electoral y esto puede empantanar el trabajo interno. Ya se eliminaron las sesiones previas que servían para que discutieran plenamente previamente los asuntos y cuando salieran en sesión pública ya tuvieran una idea de cuál sería el curso de la sesión pública y de la discusión; sin embargo, decidieron por aras a la transparencia y también porque se habían estado filtrando los proyectos y se habían estado filtrando los sentidos de los votos suspender las sesiones previas e irse hasta la sesión pública”.
Expuso que, desde el punto de vista externo, no es conveniente que haya bloques en un órgano colegiado, pues deslegitima sus funciones y puede mostrarlo débil ante la sociedad.
Confió en que el tribunal, que lleva muchos años aportándole certeza a la democracia mexicana, siga haciéndolo.