Mujeres de la zona metropolitana se congregaron para exigir acceso al aborto legal y seguro en todo el país, así como el respeto a sus derechos sexuales y reproductivos.
Escucha la crónica de la marcha por el #28S en la Ciudad de México.
Aura García y Alondra Reséndiz
Un grupo de mujeres está congregado alrededor del escudo de un granadero, en el piso yace el plástico solamente y ellas esperan para verlo arder. El humo negro las envuelve y en ocasiones se confunde con otros gases que lanzan manifestantes y policías.
El sonido de petardos envuelve el ambiente, pero no apaga el ánimo. Están a mitad de la plancha del Zócalo, por el Día de la Acción Global para el acceso al Aborto Legal y Seguro.
Más tarde, frente a la Catedral, colectivas como Coordinación 8M y Constituyentes feministas MX hacen pronunciamientos para exigir la liberación inmediata de las mujeres encarceladas por abortar, educación sexual desde la formación básica y legislaciones que garanticen el derecho a decidir.
También reconocen que las recientes resoluciones de la Suprema Corte son un avance en materia de derechos sexuales y reproductivos, pues este mes las y los ministros sentaron un precedente en contra de penalizar el aborto y resolvieron que es inconstitucional al menos en Sinaloa “la protección a la vida desde la concepción”.
En esa misma línea, determinaron que el Congreso de la Unión debe dejar claros los límites de la objeción de conciencia médica para no afectar a las usuarias del servicio de salud.
En medio de estos pronunciamientos históricos México llegó a este 28 de septiembre y mujeres de todas las edades, oficios y profesiones se dieron cita en diversos puntos de la Ciudad de México: el Monumento a la Revolución, la Estela de Luz y el Ángel de la Independencia.
El objetivo era el mismo: posicionarse en contra del encarcelamiento y la criminalización que padecen mujeres de 28 estados al ejercer su derecho a decidir.
Una enfermera, una abuela, un ama de casa, una estudiante y una mujer que trabaja en un local de copias fueron parte de la diversidad que poblaron las calles. Karla, quien es profesionista en formación lleva 4 años participando con el movimiento feminista y defiende esta causa que asegura “es de todas”.
Los pañuelos verdes, tal como en Argentina, son ya distintivos de este movimiento que se identifica como una “marea”, porque permea y gana poco a poco mayor altura y terreno. Pero no son lo único, este año también hubo cubrebocas alusivos al tema, con úteros en diseños coloridos y envueltos en flores, con puños morados que claman justicia, con figuras de vulvas que simulan ser vírgenes. Y sí, no había límites creativos.
Exigencia y diversidad
Desde la Patagonia hasta el Río Bravo, colectivas feministas y mujeres que se nombran desde otros enfoques volvieron una tradición el tomar este día para cantar, bailar y exigir que se respete su derecho a decidir sobre sus cuerpos.
Una de ellas es Gabriela Cordero, enfermera que marchó junto a su hija, quien opinó sobre la objeción de conciencia médica frente al aborto, es decir, sobre la negación del personal médico a realizar la interrupción del embarazo y ampararse bajo principios morales o religiosos. Desde su punto de vista, el Sistema de Salud debe abrirse a la información y considerar los contextos de las niñas y mujeres de todo el país.
Además, recordó sus años de formación en enfermería y reconoció que varios momentos de su carrera se rigieron por creencias católicas o machistas.
Quien también se mostró contrariada fue la señora Columba González, que asistió a la protesta para arropar a dos de sus hijas y su nieta de apenas seis años, pero admitió tener dudas respecto al aborto elegido. No obstante, se mostró firme en que ninguna mujer debe estar presa por tomar la decisión de no procrear y así respondió a algunas de nuestras preguntas.
#AlMomento || Las mujeres que participan en la marcha del Día de Acción Global por el Acceso al #AbortoLegal y Seguro han comenzado a llegar al Zócalo de la Ciudad de México, nos reporta @AloResendiz.#28DeSeptiembre 🟢 pic.twitter.com/rFPoOtv4Cw
— IMER Noticias (@IMER_Noticias) September 28, 2021
No cabe duda que una variedad de posturas y corrientes estuvo presente, por ello hubo algunas mujeres que lanzaron petardos hacia Palacio Nacional y criticaron la postura del Ejecutivo federal respecto a consultar derechos humanos, como si fueran opcionales en la vida en democracia. Hubo también quien bailó al son de la batucada, quien comió esquites con los hombros quemados por el sol y quien participó en un improvisado taller de defensa personal frente al asta bandera.
Y como Camila, también participaron mujeres que aprovecharon para vender productos que apoyan a la causa feminista y compartir un tanto de su historia familiar. La cual, asegura, se distingue porque el derecho a decidir siempre ha sido una opción, tanto que hoy en día hasta permite una broma recurrente entre hermanas.
Hasta este 2021, la interrupción del embarazo es legal sólo en la Ciudad de México, Oaxaca, Veracruz e Hidalgo. Sin embargo, las leyes de las demás entidades aún no lo permiten sin un amparo de por medio.
Por ello, las colectivas feministas instaron a legislar en todo el país para favorecer no sólo a las mujeres de las grandes ciudades, sino también a las obreras, campesinas, afromexicanas e indígenas que al igual que el resto viven limitadas por códigos legales y morales en contra del libre ejercicio de su sexualidad y capacidad reproductiva.
Es un hecho. La marea sube, en especial en fechas como ésta.
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