La titular de Cultura de la Ciudad de México, Claudia Curiel de Izaca, recalcó que es importante revalorar actos y acciones de la cultura popular.
Carolina López Hidalgo
El movimiento cultural de los sonideros, que comenzó en los años 40 para amenizar las fiestas de las personas de bajos recursos, será declarado Patrimonio Intangible de la Ciudad de México.
Autoridades y vecinos buscan que esta actividad —representante de los capitalinos y que ha fusionado los sonidos de todo el mundo— se proteja y promueva, como lo señaló El Checo, asiduo visitante de estos encuentros de baile y música.
“Por eso es tan importante que conservemos este espacio. Este tipo de acciones, desde la base ciudadana, limpiaron de adicciones, de droga, de venta de alcohol y embellecieron y recuperaron la colonia”.
Por su parte, la titular de Cultura de la CDMX, Claudia Curiel de Izaca, aseguró que es importante revalorar actos y acciones de la cultura popular, que son un referente y reflejo de las comunidades que habitan estos espacios. Por ello, también se trabaja en otros aspectos como el pulque y los carnavales.
“Hay muchas representaciones importantes que hacen comunidad y familia, identidad, en la Ciudad de México y que son muy interesantes. Es importante hacer un plan de salvaguarda y que pasen a la historia, que se puedan mantener de generación en generación. La declaratoria, sí, pero lo importante es cómo vamos a salvaguardar esa tradición”.
La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México inició el proceso para que los sonideros formen parte del patrimonio cultural inmaterial de la Ciudad de México.
Los preparativos iniciaron el 30 de mayo en la aprobación del dictamen de modificación a la Ley de Fomento Cultural de la Ciudad de México hecha por el Pleno. Con esta medida se buscará apoyar e impulsar el trabajo de los sonideros en las 16 alcaldías.
Reivindicación del barrio
Desde hace más de 70 años, los sonideros animan a la gente en las calles y fiestas. Son parte importante del paisaje sonoro de la Ciudad de México, representantes de la cultura popular, de las tradiciones y de la utilización del espacio público para el esparcimiento de los vecinos y visitantes.
Para el actor Isaac Bravo, quien representa a Troyans en la serie Vgly, esta acción reivindica al barrio y a su gente:
“Es un paso demasiado importante dentro del folclor mexicano y para la cultura. Le da más sabor y autenticidad a México. Los sonideros son algo completamente mexicano. Es un orgullo, caray, que lo vuelvan patrimonio cultural”.
La transformación y el enriquecimiento de la música en las calles fue gradual. Sin embargo, en la actualidad es un arte que se ha extendido a nivel mundial.
Para Alejandro Lago, o “Bubble” Gómez, este tipo de iniciativas ayudan a la comunidad a revalorar lo que tenemos, “antes de que lleguen los de afuera”.
“Creo que es el fenómeno que también pasa con el Día de Muertos. No nos dábamos cuenta de qué tan importante es esto hasta que otros países empiezan a adoptarlo. Estamos haciendo que la gente nos vea, que los países nos vean; estar orgullosos de lo que somos y hacemos”.
Muchos disfrutan y celebran la existencia de artistas que mezclan y crean el ambiente de las reuniones familiares, de comunidades, fiestas patronales, XV años y hasta grandes conciertos; un fenómeno que ha ido ganando adeptos, como lo destacó Pablo Pérez, vecino de Santa María la Ribera.
“Cada vez que paso, incluso cuando no voy a bailar, es una experiencia muy buena porque conoces a la gente, saludas a los que bailan, vienen con su vestimenta muy llamativa, los pachucos, las damas con sus zapatos bicolor. La gente viene a ver”.
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